viernes, 28 de mayo de 2010

¿PODREMOS SALIR DE LA CRISIS?


Estamos en el medio de una crisis económica mundial, que de una u otra forma nos salpica a todos.

Las reacciones ante la misma, son de muchos tipos. Hay reacciones de inseguridad, miedo, actitudes desafiantes o luchadoras, enfado, desesperanza, etc.

Una de las reacciones que más estamos presenciando, a través de los diversos medios de comunicación, es la del miedo. Un miedo a no salir adelante, a que se caiga nuestro mundo, a la pobreza, a la inseguridad, etc. Y es un miedo comprensible. Pero me pregunto por qué no nos damos cuenta de que esta crisis también es una oportunidad para demostrar lo que podemos dar de nosotros mismos, luchando por salir adelante, en lugar de lamentarnos constantemente. No veo muchas noticias, en los periódicos, que alienten a luchar (alguna hay, pero son las menos), o a tomar consciencia de nuestras responsabilidades personales, con respecto a esta forma de vida que llevamos, tan materialista, consumista y superficial. La mayoría no se da cuenta de que este sistema lo mantenemos entre todos y la lucha no es arreglarlo para que siga siendo el mismo, sino arrimar el hombro para transformarlo en algo mejor. Fomentar el consumismo, la codicia, la competitividad, el egoísmo, no creo que sean las mejores medidas para mejorarnos. Y tener la posibilidad de fundir nuestro dinero en cosas innecesarias tampoco. Así es como hemos vivido, y así hemos llegado a donde hemos llegado.

Ahora, tristemente, ya no se trata solamente de que muchas personas se quedan sin sus caprichos, sino de que muchas no tienen cubiertas las necesidades básicas. Algo que por otra parte no es nuevo en una buena parte del mundo.

No parece tenerse mucho en cuenta, que hay otras personas, aparte de cada uno de nosotros, que están sufriendo penosamente esta situación. Pues ante la crisis, parece estarse reafirmando el individualismo y cada cual agarra con más fuerza su cartera, esperando defenderse de posibles atracos que vengan, por cualquier parte. No es de extrañar, dado que hasta el propio Estado puede robarnos la cartera (como estamos viendo). Pero me pregunto por qué tan pocos buscan soluciones globales, no solo para su familia o los de su pueblo o los de su país. Y me pregunto por qué, no pensamos en arrimar el hombro todos juntos, por qué no buscamos luchar por encontrar salidas más justas, por plantearnos la vida de otra forma, por mirar más en nuestro interior y preguntarnos qué podemos aportar nosotros. Pues todos, lo creamos o no, podemos hacer algo por mejorar las cosas, si unimos fuerzas, de alguna manera. Me pregunto también, por qué tenemos tan poca memoria de la historia nuestra, pues hemos salido de las cavernas y de unos mecanismos de supervivencia básicos, a tener otras posibilidades. Si hemos salido de esa situación hace siglos ¿no tendremos recursos ahora que ya no somos Neanderthales? ¿O es que estamos experimentando una regresión como especie y no somos conscientes de nuestras propias capacidades?

Si este país salió adelante después de una guerra civil y el mundo se sobrepuso a dos guerras mundiales. ¿No podemos hacer algo ahora por reconstruir nuestro mundo? ¿Es necesario señalar fundamentalmente las miserias, los errores pasados, los miedos y no mostrar caminos para salir adelante? Y por otra parte ¿tiene sentido mantener el mismo sistema hipócrita y materialista si ya hemos visto que no funciona?

Me parece que sería más esperanzador pensar en las necesidades de todos los seres humanos del planeta, dándonos cuenta de que no todas las necesidades son materiales. Mirar a otras cuestiones más espirituales, como la solidaridad, el amor, el sentido común, la racionalidad, la esperanza, etc, tal vez ayude a asumir nuevas perspectivas, más realistas y completas, por tener en cuenta, más integralmente las necesidades de los seres humanos de esta tierra y quizás, den más ideas para superar esta crisis y las que se puedan avecinar.

Tal vez suene ingenua mi propuesta, pero por ahora, es la que se me ocurre…

martes, 18 de mayo de 2010

PENSANDO EN EL FUTURO DEL MUNDO



A veces me pregunto cuál será el futuro de nuestro mundo. Y no me refiero solamente al futuro de nuestro planeta, sino también al futuro de la humanidad, pues los destinos de ambos parecen estar estrechamente interrelacionados.

Con respecto a nuestro planeta, sabemos que estamos destruyendo nuestras reservas naturales, consumiendo más de lo que el planeta puede producir, contaminándolo, etc. Y parece que esto, por ahora, avanza sin parar. Se van haciendo leyes, se nos pide que reciclemos, no contaminemos, etc. Pero me parece que la solución esté tan sólo en leyes, imposiciones externas, etc. Sin un cambio más profundo de la conciencia de los seres humanos, da la impresión de que poco se puede cambiar. Sin superar nuestro egoísmo y nuestra estupidez, es posible que este mundo no dure demasiado tiempo, pues sin ello es imposible que nos comprometamos con nuestra propia supervivencia y felicidad.

En paralelo con la contaminación terrestre, las conciencias de los seres humanos parecen estar sufriendo algún tipo de contaminación interior. Estamos en un momento histórico, en el que el egoísmo de las personas es más patente; el individualismo parece ser un valor absoluto y lo que se han llamado valores espirituales, parecen ser valores pertenecientes a películas de ciencia ficción o a épocas remotas, de un pasado ya perdido y olvidado. Muchos seres humanos andan desconectados de sus almas. Es cierto que es posible que esto no sea un problema de ahora, sino algo que sucede desde que existe el hombre. Sabemos que diversos escritores y sabios de antaño, han hablado de la falta de valores, del egoísmo, del pecado, del error humano… Pero en las historias y leyendas de otras épocas, parecía haber una referencia a valores más elevados, como algo a lo que el ser humano podía aspirar para ser mejor, para elevarse como persona y desarrollar sus potencialidades. Las historias de los héroes nos remitían a las máximas posibilidades humanas. Los mitos, nos mostraban seres de otros mundos, que reflejaban nuestras inquietudes más profundas, etc. Pero si vemos las historias que hoy en día triunfan, nos encontramos con mucha vacuidad y estupidez. Basta con encender la televisión para darnos cuenta de cuáles son los nuevos “héroes” que convocan a las masas. En muchos casos se trata más bien de antihéroes, que patéticamente, desfilan ante nuestros ojos, para ayudarnos a olvidarnos de quienes somos realmente.

A la vez, algunos idealistas quieren luchar por un mundo mejor. Muchas veces con conciencia y sabiduría, otras ingenuamente. Pero en ocasiones, muchos parecen querer sentirse salvadores de los demás, para así sentirse importantes.

Como contrapartida, cada vez son más quienes apelan a valores espirituales, en algunos ámbitos. En ocasiones dando muestras de una gran fuerza interior y sabiduría. Pero en otras, esto no es tan cierto, puesto que plantean que la verdad está en la ruptura con nuestra historia y tradiciones, sin recoger los frutos que han dejado nuestros mayores.

Otros nos quieren vender la moto, de que si reciclamos seremos más humanos y felices y que con eso basta… Otros, como el director ejecutivo de Microsoft, nos cuentan que el futuro de nuestras vidas consistirá en “interactuar con una pantalla de la misma forma que con un ser humano, será una innovación clave de los próximos 10 años”. Como si esta fuera la clave de nuestras vidas futuras…

Y yo... mientras tanto, me sigo preguntando si este mundo será mejor o peor, en el futuro, o seguirá del mismo modo… Si es que sigue existiendo, de aquí a unos años. Me pregunto, si esa transformación de la consciencia, de la que algunos hablan, será real o se trata de mera fantasía. Me gustaría creer, que los seres humanos llegarán a esa masa crítica de la que se habla. Una masa crítica de personas transformadas y conscientes, que nos darán claves para un mundo mejor. Entretanto, quizás sea mejor intentar desarrollar una “masa crítica” de paz, sentido común, amor, empatía, sabiduría y compasión en nuestro mundo interior. Quizás, si aprendemos a salvar el propio mundo interior, tengamos alguna clave de por donde se salva nuestro mundo. Y ese mundo interior, parece no salvarse tan sólo por uno mismo, sino que la búsqueda de un valor superior, de una conciencia superior, de un Ser superior, parece ser una pieza clave, en este proceso, como ya nos han contado muchos sabios.

En este proceso, si somos capaces de tener más conciencia y consciencia, de lo que es realmente el mundo (interior y exterior), es posible que nos comprometamos realmente con nuestro presente, para llegar a vivir en un mundo mejor y construyamos o encontremos ese paraíso tal vez perdido (como diría José Antonio Delgado) o tal vez nunca encontrado... Tal vez en la tierra, tal vez en el cielo, tal vez en nuestro propio interior, o en todos ellos...

viernes, 7 de mayo de 2010

PLAGIO EN LA UNIVERSIDAD



En estos días me hallo corrigiendo numerosos trabajos de mis alumnos. Algunos son interesantes y llenos de vida. En ellos se refleja una inquietud sincera por el aprendizaje y algo de sus almas se refleja en unos escritos que inicialmente, se podrían considerar aparentemente impersonales. Da gusto leerlos. Otros son correctos, adecuados, pero un tanto fríos. Otros chapuceros, con vida, pero con precipitación. En todos se ve algo de la persona, que inconscientemente deja ahí algo de sí misma.

Pero hay un tipo de trabajos, que a mí me generan una cierta inquietud. Son los trabajos copiados casi totalmente de una web, “gracias” a los grandes avances de las tecnologías modernas. Ocasionalmente, me encuentro con algún trabajo, en el que el alma del alumno no parece encajar con lo escrito. Al leer tengo una especie de desconcierto, como me ocurrió hace un par de días, al leer uno de estos trabajos. Me siento desconcertada por una falta de encaje entre lo escrito y lo que he captado del alumno durante el año. Al leer este tipo de trabajos, inicialmente tengo una cierta incomodidad, falta de concentración, sensación de que algo no me encaja… E inicialmente no quiero pensar mal. Después, me voy dando cuenta de que esa manera de escribir no puede ser de esa persona, y empiezo a sospechar, pero algo dentro de mí no se lo quiere creer. La alumna en cuestión me cae bien y me gustaría que sacara una buena nota. Sigo leyendo sin querer creerme lo que veo, pero llega un momento en el que me tengo que rendir a la evidencia. Meto una frase del trabajo en Google y eureka!! , ahí está, el trabajo que íntegramente ha copiado de una web. Tan solo se ha molestado en cambiar un poco el formato y en agregar alguna imagen. Bueno, por eso, algo se le podrá dar, pero evidentemente no puedo aprobar lo que ha hecho. Aparte de intentar engañarme, ha violado una ley de propiedad intelectual. Ha plagiado!! Y eso que llevo todo el curso diciéndoles que si plagian son delincuentes, con una cierta ironía, para no ofender a nadie…

Me pregunto, qué lleva a un alumno, que quiere ejercer una determinada profesión, a copiar tan descaradamente. Pues si al menos lo hiciera bien, lo sabría disimular y estaría mostrando una cierta habilidad… Me parece que la manera en la que están planteados los planes universitarios, algo tiene que ver con esto. Con el plan Bolonia les tenemos fritos a hacer trabajos. Pero también hay algo en el alumno de falta de interés, desidia, querer salir del paso sin aprender nada, agobio o qué sé yo… Quizás no le interesa la cuestión del trabajo, o juega al escondite. ¡Qué sé yo!!

La cuestión es que el plagio está a la orden del día en el mundo universitario, que la creatividad apenas se ejercita y que parece que la gente no sabe expresar mucho de su alma. No sé si sentir rabia, frustración, compasión…

Pero este plagio del que hablo no es el más preocupante. Pues algo similar es ejercido por algunos docentes, que publican trabajos de alumnos con su nombre (sin poner al alumno), que se apropian de ideas de los alumnos para el desarrollo de proyectos de investigación, arquitectónicos, etc. Y los alumnos poco pueden hacer ante esto, si se enteran… Por ahora… Esperemos que poco a poco las cosas puedan cambiar. A mí, por lo pronto me robaron alguna idea (y con otras lo intentaron…), mientras trabajaba como becaria, en la universidad… Difícil veo recuperarlas… Espero que les sirvan para algo útil, dado que no son capaces de desarrollar sus propias ideas…