sábado, 15 de octubre de 2016

LOS SECTARISMOS DE LAS PSICOTERAPIAS ¿UN NUEVO PROBLEMA DE LA PSICOLOGÍA?


En el mundo existen cientos de escuelas de psicoterapia, de las cuáles solo unas pocas cuentan con reconocimiento académico y científico, por haber mostrado una utilidad real en el tratamiento del sufrimiento humano y de los trastornos mentales.

Las ofertas de psicoterapia son múltiples: psicoanálisis y las escuelas derivadas del mismo, cognitivo-conductual, humanista-existencial (entre las que están la Terapia centrada en la persona de Rogers, la Gestalt de Perls, la Logoterapia de Frankl, etc.), diversas psicoterapias integradoras, etc.

En todo este maremágnum de opciones es fácil comprender las dificultades que un paciente lego en la materia pueda tener a la hora de escoger cuál es la mejor opción para ponerse en tratamiento para sus dolencias psíquicas.

A lo que hay que añadir la falta de autocrítica de los fundadores y seguidores de cada una de las escuelas de psicoterapia… 

Es más, en la muchos de los grupos existentes de psicoterapia (no sé si atreverme a decir en casi todos), en mayor o en menor grado, encontramos dinámicas sectarias como las siguientes:

- El grupo sigue a un líder al que se ha idealizado, no se cuestiona su pensamiento y se repiten sus reflexiones año tras año sin hacer una reflexión crítica de las mismas. Si el líder está muerto se llega a caer incluso en la veneración irracional de sus fotos, objetos personales, domicilio, cartas, etc. En muchos casos al líder muerto le sucede otro líder que centra su actividad en mostrar su fidelidad y reconocimiento al primer líder con el que puede llegar a identificarse como si fuera parte de él.

- El líder fundador y/o sus sucesores pueden ser carismáticos y seductores, con una frecuente actitud de llamar la atención acerca de su genialidad, encantos, etc. Dichos líderes suelen reaccionar negativa e incluso violentamente ante cualquier crítica o disensión.

   

- Hay un conjunto de seguidores de una determinada visión ideológica: Los planteamientos de la escuela psicoterapéutica en cuestión se convierten en ideología cuando se asumen irracionalmente, sin ser revisados o sometidos a crítica y contrastados con el conocimiento científico actual.

- Se presenta la escuela en cuestión como la mejor, la más innovadora, la más valiosa, la más verdadera, la más completa, etc.

- Se dan restricciones a la libertad de pensamiento y de expresión: si alguna persona dentro del grupo expresa discrepancias se le cuestiona exageradamente, se genera un vacío en la comunicación en el sentido de que otros miembros del grupo pueden cortar la comunicación con él, mostrar distancia o se le veta en intervenciones públicas (de manera parcial o total). Se le puede llegar a expulsar del grupo y una vez expulsado las críticas sobre él son desproporcionadas y si alguien le menciona dentro del grupo es duramente atacado y se le reprime contundentemente. 



- Desaparece la autocrítica a las actitudes, ideas, planteamientos del grupo, especialmente de sus líderes, que al identificarse con un fundador idealizado, las ideas de dicho fundador se plantean como incuestionables, así como cualquier propuesta generada por los líderes del grupo que no son capaces de generar pensamiento crítico acerca de sí mismos. Incluso la disensión de las ideas del grupo se puede llegar a considerar como patología, ya que dicha patología sería un impedimento para captar la “verdad”.

- Uno de los objetivos principales del grupo es difundir lo más posible sus ideas y captar nuevos miembros, más que generar pensamiento crítico, reflexión, etc.

- El pensamiento crítico se dirige hacia el exterior: otras escuelas de psicoterapia, miembros que han abandonado el grupo, personas que se muestran críticas con el mismo, etc. Mostrándose una gran intolerancia hacia otros grupos de psicoterapia en los que no se reconocen los elementos de verdad o de aportación que se puedan dar.

- Puede darse una explotación laboral y/o económica de los participantes en el grupo, en el sentido de realizar trabajos sin remunerar o reconocer, dándose por sentado que dicha actividad es obligatoria y en algunos casos dándose por sentado que la colaboración con el grupo es más importante que la vida privada de las personas, cobrándose cantidades a veces abusivas por los cursos, congresos, seminarios, etc.

- Los miembros del grupo se sienten especiales, superiores o mejores que los miembros de otros grupos a los que pueden llegar a despreciar por ignorantes, inferiores, etc. Se suele potenciar el ego narcisista de los más fieles a quienes se promociona y estimula señalándose una jerarquía dentro del grupo que depende más de la fidelidad del adepto al líder que de su talento objetivo.

- En algunos casos crea un lenguaje o jerga específica que es ininteligible para quienes no estén en el grupo y no hay esfuerzos en traducir dicho lenguaje para establecer lazos de comunicación con otros grupos.

- Suelen publicarse solamente los resultados satisfactorios para hacer “publicidad” de los métodos predicados.

- Puede haber una demanda de “pureza” en el sentido de que los seguidores de una determinada escuela no se contaminen con las ideas de otras escuelas de psicoterapia y sigan una doctrina ortodoxa con respecto a las ideas del fundador.

- Etc.

Quienes trabajamos desde hace años en el mundo de la psicoterapia somos conscientes de que estas dinámicas se dan en numerosas escuelas o grupos de psicoterapia y que son pocas en las que es sencillo disentir o aportar nuevas ideas. Y el problema no es nuevo… Se da desde los orígenes de la psicología. Es importante ser críticos con estas actitudes, combatirlas y fomentar el pensamiento crítico, el diálogo entre escuelas y la libertad de pensamiento de los psicoterapeutas para contrastar los avances científicos con la experiencia clínica. Nuestros pacientes se beneficiarán de ello.

Quizás estas actitudes se dan porque la irracionalidad, los sectarismos o las ideologías son experiencias humanas universales que se dan en cualquier grupo humano. Dado que somos psicoterapeutas sería bueno ver a estos grupos sectarizados como sistemas enfermos, que son llevados por personalidades neuróticas que inconscientemente pueden entrar en estas dinámicas por diversos elementos psicológicos que se han de trabajar en cada uno individualmente y en el sistema grupalmente. El problema es que no podemos “tratar” al “enfermo” que no es consciente de que padezca "enfermedad" alguna...