jueves, 14 de abril de 2011

NUEVO LIBRO "INTEGRANDO LA ESPIRITUALIDAD EN LA PSICOLOGÍA"



Por fin ha salido a la luz el nuevo libro sobre Psicología y Espiritualidad, que se titula: "Integrando la Espiritualidad en la Psicología". Tengo el honor de haberlo dirigido y haber escrito un capítulo del mismo, por lo que, aparte de que el tema me parece apasionante, siento la ilusión de ver "nacer" un libro en el que he participado.

En el mismo hemos participado varias personas interesadas en cuestiones relacionadas con la espiritualidad, con entusiasmo y alegría. Considerando que aún hay mucho por investigar y descubrir sobre estas cuestiones, aportando, cada uno, nuestro "granito de arena". 

Los temas que aborda el libro son:  recuperar el alma de la Psicología, antropología cristiana y Psicología, el perdón en la terapia matrimonial, Psicología, mística y poesía, impacto psicológico y espiritual de las experiencias cercanas a la muerte, las aportaciones de la mística a la psicoterapia, el amor humano y el divino, la Medicina del encuentro y la atención, el acompañamiento espiritual, algunas claves antropológicas para el encuentro de la psicoterapia y la espiritualidad, narcisismo y experiencia espiritual, cerebro y experiencia mística y aportaciones de la mística cisterciense a una antropología integral y pluralista.

Los autores del libro somos: Feliciana Merino Escalera, José Ramón Sánchez Rodríguez, María del Rosario González Martín, Raquel Torrent Guerrero, Mariano Betés del Toro, Maribel Rodríguez Fernández, María del Rosario Sánchez Vázquez, Felipe Lucena Marotta, Javier López Martínez, Aquilino Polaino Lorente, Ignacio Boné Pina, José Antonio Vázquez Mosquera, José Francisco Gallego Pérez y Joaquín García Alandete. 

En la web de la Editorial (Ediciones Monte Carmelo) podemos leer:

En este libro, que  recoge las ponencias del primer congreso realizado desde la Cátedra Edith Stein de la Universidad de la Mística de Ávila, se recogen diversas propuestas para tender puentes entre Psicología y Espiritualidad, sobre todo, para integrar la dimensión espiritual en la Psicología, para rehumanizarla, enriquecerla, revivirla, etc. Dichos enfoques son propuestos por autores desde disciplinas y ámbitos de conocimiento diferentes que han expuesto sus planteamientos en los textos del presente libro, para ayudarnos a reflexionar y a crecer, con la propuesta de integrar humanamente psique con espíritu.

Espero que el libro sea de vuestro agrado.


Podéis pedirlo en la Universidad de la Mística, también llamada CITeS, a través del mail para pedidos: pedidos@citesavila.org 


miércoles, 13 de abril de 2011

COMENTARIO SOBRE LA PELÍCULA "DE DIOSES Y DE HOMBRES"


Anteayer vi por segunda vez esta película. Me gustó tanto o más que la primera vez. Y la verdad es, que antes de saber un poco acerca de ella, el argumento me resultaba poco interesante. Pues ¿cómo me iba a resultar atractiva la historia de un grupo de monjes a los que matan en Argelia los integristas islámicos? ¿Qué podía aportar esto más que un testimonio más de la violencia en este mundo? Esto es lo que pensaba inicialmente, por lo que la película no me llamaba. Pero fui cambiando progresivamente de opinión. Un amigo monje, que vive en Marruecos en un monasterio en el que vivían dos de los supervivientes de la historia de la película, me iba mandando información y comentarios muy profundos e interesantes acerca de la película. Además, daba la casualidad que conocí hace unos años a estos dos supervivientes en el monasterio de Marruecos y me parecieron dos personas entrañables y llenas de paz. Algo que resulta sorprendente después de lo que han pasado.

Me iba picando la curiosidad, acerca de esta película y cuando fue el preestreno en Madrid allí me fui. Me llevé la sorpresa de que hubo que hacer dos preestrenos en el mismo día por la gran afluencia de público.

Mi amigo el monje que vive en Marruecos hizo una presentación previa, muy conmovedora, contando de su convivencia pacífica y fraterna con sus hermanos musulmanes en Midelt. Nos contó de cómo un musulmán de Argelia perdió su vida por defender al que después fue el abad del monasterio de Argelia y que esto marcó la vida de dicho abad, con eterna gratitud. Nos habló de su vida cotidiana en Midelt, de cómo la gente del pueblo llama a los monjes “hombres de Dios”, les invitan a sus celebraciones religiosas, les felicitan sus fiestas o van a la iglesia a rezar a la Virgen. Los monjes rezan junto a los imanes en los entierros, venden sus productos en el mercado, ayudan a los que pueden, comparten momentos entrañables, ríen y sufren juntos.

Este testimonio de cómo es la vida pacífica, entre los monjes y los marroquís, se ve reflejado en la película en cómo es de armoniosa, la convivencia entre los monjes y la gente del pueblo argelino, su compañerismo, fraternidad, confianza, ayuda mutua y amor. Hoy en día es muy importante tener ejemplos de cómo conviven en paz diferentes culturas y religiones.

En la película también se ve como los terroristas son la excepción y de cómo los propios musulmanes del pueblo viven con horror la situación, pidiendo el apoyo de los monjes. Se palpa la crisis existencial y espiritual de los monjes, ante la amenaza que viven, su gran evolución interior y su fortaleza espiritual. Conmueve su fidelidad a sí mismos y a su camino y su gran amor, que se expresa en una carta de Christian (el abad) mostrando amor por quienes les matarán.

Aquí os dejo la carta, que no tiene desperdicio:


«Si un día me aconteciera --y podría ser hoy-- ser víctima del terrorismo que actualmente parece querer alcanzar a todos los extranjeros que viven en Argelia, quisiera que mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recordaran que mi vida ha sido donada a Dios y a este país. Que aceptaran que el único Señor de todas las vidas no podría permanecer ajeno a esta muerte brutal. Que rezaran por mí: ¿cómo ser digno de semejante ofrenda? Que supieran asociar esta muerte a muchas otras, igualmente violentas, abandonadas a la indiferencia y el anonimato. Mi vida no vale más que otra. Tampoco vale menos. De todos modos, no tengo la inocencia de la infancia. He vivido lo suficiente como para saber que soy cómplice del mal que ¡desgraciadamente! parece prevalecer en el mundo y también del que podría golpearme a ciegas. Al llegar el momento, querría poder tener ese instante de lucidez que me permita pedir perdón a Dios y a mis hermanos en la humanidad, perdonando al mismo tiempo, de todo corazón, a quien me hubiere golpeado. No podría desear una muerte semejante. Me parece importante declararlo. En efecto, no veo cómo podría alegrarme del hecho de que este pueblo que amo fuera acusado indiscriminadamente de mi asesinato. Sería un precio demasiado alto para la que, quizá, sería llamada la gracia del martirio, que se debiera a un argelino, quienquiera que sea, sobre todo si dice que actúa por fidelidad a lo que supone que es el islam. Sé de cuánto desprecio han podido ser tachados los argelinos en su conjunto y conozco también qué caricaturas del islam promueve cierto islamismo. Es demasiado fácil poner en paz la conciencia identificando esta vía religiosa con los integralismos de sus extremismos. Argelia y el islam, para mí, son otra cosa, son un cuerpo y un alma. Me parece haberlo proclamado bastante sobre la base de lo que he visto y aprendido por experiencia, volviendo a encontrar tan a menudo ese hilo conductor del Evangelio que aprendí sobre las rodillas de mi madre, mi primera Iglesia inicial, justamente en Argelia, y ya entonces, en el respeto de los creyentes musulmanes. Evidentemente, mi muerte parecerá darles razón a quienes me han tratado sin reflexionar como ingenuo o idealista: ¡Que diga ahora lo que piensa! Pero estas personas deben saber que, por fin, quedará satisfecha la curiosidad que más me atormenta. Si Dios quiere podré, pues, sumergir mi mirada en la del Padre para contemplar junto con Él a sus hijos del islam, así como Él los ve, iluminados todos por la gloria de Cristo, fruto de su Pasión, colmados por el don del Espíritu, cuyo gozo secreto será siempre el de establecer la comunión y restablecer la semejanza, jugando con las diferencias. De esta vida perdida, totalmente mía y totalmente de ellos, doy gracias a Dios porque parece haberla querido por entero para esta alegría, por encima de todo y a pesar de todo. En este 'gracias', en el que ya está dicho todo de mi vida, os incluyo a vosotros, por supuesto, amigos de ayer y de hoy, y a vosotros, amigos de aquí, junto con mi madre y mi padre, mis hermanas y mis hermanos y a ellos, ¡céntuplo regalado como había sido prometido! Y a ti también, amigo del último instante, que no sabrás lo que estés haciendo, sí, porque también por ti quiero decir este 'gracias' y este a-Dios en cuyo rostro te contemplo. Y que nos sea dado volvernos a encontrar, ladrones colmados de gozo, en el paraíso, si así le place a Dios, Padre nuestro, Padre de ambos. Amén. Inchalá» (Padre Christian M. de Chergé, Prior del monasterio de Nôtre-Dame del Atlas en Tibhirine, Argelia: Argel, 1 de diciembre de 1993 - Tibhirine, 1 de enero de 1994).

domingo, 3 de abril de 2011

UN AUTÉNTICO NEGOCIO: EL MERCADO DE LO ESPIRITUAL



Me llama la atención como en los últimos años la espiritualidad es cada vez más un negocio. Cada vez hay más tiendas, libros, revistas, DVDs, etc. en los que se nos vende la espiritualidad. Y el mayor problema no es que se nos venda, sino qué es lo que se nos vende: un material, en general, de ínfima calidad, de digestión fácil o predigerido, descafeinado, light y mediocre. Todo ello se resume en autoayuda, Nueva era, magia y poco más… ¿Somos realmente tan idiotas como para merecer esto? ¿Nos lo merecemos realmente?

La parte positiva es que si esto “vende” es porque cada vez son más las personas que buscan, que necesitan respuestas y sentido para sus vidas. Pero todo buscador necesita brújulas o mapas y, con la pérdida de contacto con las tradiciones espirituales y filosóficas, de nuestra historia, también hemos perdido capacidad crítica, información o referencias sólidas. Lo del pasado ya no vale porque es más fácil lo moderno y mejor si está en inglés (de ahí que venda más decir mindfullness que vipassana, aunque estemos hablando de una misma práctica). Un texto sagrado no interesa porque muchas veces hay que saber de la historia, leer concentrados y atentos, porque tiene diferentes niveles de lectura o el propio texto nos provoca, mediante paradojas a mirar más allá (algo que también requiere su esfuerzo).

Mejor que leer la Biblia, o el Corán o el Bahavad Gita es comprar un libro lleno de fotos o dibujos estridentes, o leer un cómic, o que nos digan en dos palabras qué quieren decir realmente estos libros sagrados y así ya no necesitamos pensar nada, ni dedicar tiempo a leerlos. Y mejor aún si en un show televisivo un famoso nos habla de sus experiencias espirituales y nos da dos recetas sencillas para asegurarnos la iluminación o nos lo dicen en una charla con lenguaje de macarra de discoteca o nos lo cuentan en una película de acción.

¿Qué nos pasa que queremos las cosas cada vez más simples? ¿Estamos involucionando como especie? ¿Volverán los Neanderthales? ¿Es realmente un camino espiritual simplificar la espiritualidad? Tanta facilidad suena a la tentadora posibilidad de estar en forma sin moverse.

Todo esto parece una nueva trampa de nuestros egos, que sobrealimentados de comodidades y de soberbia no quieren más que ser amos y señores de nuestro ser. Una buena manera de no encontrar la genuina espiritualidad es pensar que ya la hemos encontrado y que ya estamos “iluminados”. Y así, nuestros egos tan contentos en su globo de inflacción y vanidad, inundados de ceguera. Pues ¿no somos más manipulables si no pensamos y preferimos alimentarnos de “humo” que de oxígeno?

Parece conveniente ser más cuidadosos, no sea que este nuevo “opio del pueblo” nos adormezca ya del todo. Recordemos, por si se nos olvida aquello que Jesús dijo de los mercaderes en el templo…