jueves, 14 de julio de 2011

PELÍCULAS ANTIDEPRESIVAS


Todos hemos visto, alguna vez, una película que nos ha dejado de buen humor, con más optimismo y alegría, incluso si estábamos pasando un mal día. Parece que, ciertas películas son capaces de aportarnos una mejor visión de la vida o de hacernos reír, e incluso de retomar energías que parecían perdidas.

Con frecuencia receto películas a quienes atiendo, tanto para reflexionar, como para mejorar su estado anímico.

Hoy quiero hacer énfasis en las películas que hacen sentirse más animado. Ahora que tenemos más tiempo por las vacaciones podemos aprovechar para cuidar un poco nuestro estado anímico con películas que, además de aportarnos algo, contribuyen a que tengamos un mejor estado anímico, que ayuda a tener un mejor estado de salud. Me viene a la mente, en este momento, el caso de Norman Cousins, un paciente que sufría espondilitis anquilosante y que aliviaba sus intensos dolores viendo películas de los hermanos Marx y del Gordo y el Flaco. Él mismo comentaba que 10 minutos de carcajadas le aliviaban sus dolores durante 2 horas.  En el caso del dolor anímico, el cine puede ser aún más eficaz. ¿Por qué no intentarlo?

Os dejo aquí la lista de varias películas que pueden ser útiles para sentirse mejor:



También os recomiendo cualquier espectáculo de Les Luthiers. Podéis encontrar muchos vídeos suyos en You tube.

Con estas películas tenéis para una temporada. Ya pondré más, cuando las recuerde. Espero que os sirvan.

Y si, a alguien se le ocurre alguna más, serán bienvenidas las sugerencias.
  

jueves, 7 de julio de 2011

MENSAJES ETERNOS PARA LA CRISIS DE HOY


Los genios de ayer y de hoy han sabido conectar con el espíritu y con los problemas de su tiempo y de todos los tiempos. Me resulta sorprendente leer un mensaje de hace unos dos siglos, que es totalmente vigente hoy en día. Tal es el caso de las reflexiones de Friedrich Hölderlin, del que releía hoy alguna frase anotada de su libro Hiperión, hace ya unos cuantos años.

Aquí os dejo algún ejemplo: 

"Los héroes han perdido su fama y los sabios sus discípulos. Los grandes hechos, cuando no son asumidos por un pueblo noble, no son más que golpes violentos en una frente sorda, y las más altas palabras, cuando no resuenan en corazones igualmente elevados, son como hoja muerta cuyo rumor se hunde en el barro"

¿No os suena esto actual? ¿No hemos perdido el sentido de la heroicidad y de la sabiduría y no hacemos ya ningún caso ni a héroes ni a sabios? ¿No hemos olvidado lo que es la grandeza de un pueblo por haberla vendido o hipotecado para conseguir comodidad y bienestar? ¿Y a dónde han ido a parar los corazones? ¿Por qué no subirlos por encima de los talones y dejarlos elevarse para ver la luz y la grandeza de la vida? ¿Qué le pasa a tanta gente perdida y desorientada? ¿Qué les ha hecho perder su alma y por qué muchos ya no creen que puedan recuperarla? 

Otra frase muy elocuente, del mismo autor es la que sigue: 

"Siempre que el hombre ha querido hacer del Estado su cielo, lo ha convertido en su infierno".

Esta idea se podría relacionar con muchas situaciones que el ser humano ha vivido a lo largo de la historia. Queriendo hacer un mundo mejor, muchas revoluciones humanas lo han hecho aún peor, por no hablar de la búsqueda de las comodidades, referida anteriormente, que ha servido para anestesiarnos el corazón y el alma y olvidar quienes somos y hasta donde podemos elevar nuestra humanidad.

Os dejo aquí una última frase de Hölderlin, para también, aparte de ser crítica con nuestra especie, dar un sentido positivo al sufrimiento, y ayudar a abrir algún resquicio a la esperanza:

"No envidies a los que carecen de sufrimientos, ídolos de madera a los que nada falta precisamente porque sus almas son tan pobres, a los que no preguntan si llueve o luce el sol, porque nada tienen que precise de cultivos".

Es interesante su percepción de que sufrimiento y riqueza humana tienen algún extraño vínculo. Parece que el sufrimiento empuja al alma a buscar volar o a bucear en simas de misterio, siempre y cuando se afronte dicho sufrimiento con la actitud adecuada. Si por ejemplo, aceptamos el reto al que nos empuja un sufrimiento de nuestras vidas, quizás podamos estar iniciando una gran aventura hacia el crecimiento y el autoconocimiento de nosotros mismos y de las verdades de este mundo.