En las próximas Jornadas Integrales, que se celebrarán en Barcelona los días 17 y 18 de Octubre, trataré de exponer algunas ideas sobre el tema: “Evolución colectiva y Vivencias religiosas”. ¿Por qué? Pues porque considero que este es un tema de actualidad, porque según evolucionan los grupos humanos, así evoluciona la humanidad y porque muchos seres humanos experimentan diversos tipos de vivencias religiosas, sean del tipo que sean.
Hablo de vivencias religiosas, entendiendo religioso en su sentido etimológico, es decir, como religare, que significa "unirse con". En el caso de las vivencias religiosas, me estaría refiriendo a toda vivencia que busca la relación con lo trascendente, lo numinoso, lo más sagrado de la vida. Esto no se da necesariamente dentro de un contexto religioso, pero sí se supone que es una de las aspiraciones de las tradiciones religiosas, al menos en su origen, pues buscaban canalizar, estructurar o recuperar o controlar la relación con lo que se consideraba la esencia de todo, es decir, con Dios (si nos situamos en una perspectiva occidental).
Pero… ¿Qué ocurre si se pierde para algunos se pierde el sentido original para el que una religión se fundó y se convierte en un instrumento de manipulación de las colectividades o un instrumento al servicio del poder? ¿Qué ocurre si una tradición religiosa pierde su sentido religioso original? ¿Qué sucede si la religión se queda en formalismos y se pierde su esencia y conexión con lo más sagrado de la vida? ¿Y qué ocurre si se sigue dando esa conexión sagrada pero parece que no?
Y sin centrarnos exclusivamente, en las religiones, ¿Qué ocurre si el hombre pierde la conexión con su historia, con sus raíces? ¿Qué sucede si el ser humano niega o reprime esa necesidad de búsqueda de lo trascendente y la vuelca en cualquier otra cosa? ¿No es posible que convierta en ídolos a los objetos de consumo, a los líderes mediáticos o a la moda del momento o a la misma ciencia?
Por otra parte, parece ser que la pérdida de conexión con la propia biografía genera dolor y neurosis, especialmente si se dejan a un lado los elementos que han resultado dolorosos o traumáticos, en la misma. Puede ser que también, se generaran neurosis si se olvida el origen de la propia historia, como colectividad y si se desconecta del por qué hemos llegado a donde hemos llegado. Y esto no es lo peor, sino que incluso, la máxima desconexión podría llevar a dinámicas psicóticas, invadidas de lo irracional, que se disfrazan de racionales, científicas, humanistas… Es posible, que las religiones y sus miembros, sufran hoy en día de diversas neurosis, y que a su vez, otra parte del género humano, que no se considera religiosa, sufra otra neurosis complementaria. Pues el rechazo visceral, al igual que la devoción incondicional, pueden ser síntomas de que algo no va bien dentro de uno y de su propio grupo de referencia. Cuál es la solución no lo sé, el tema es complejo, pero al menos, sería bueno plantearse algún tratamiento paliativo y pacificador.
Seamos o no religiosos, es probable, que el futuro de la humanidad dependa de cómo encuentra armonía entre diversas tradiciones y visiones del mundo. Seguramente, esto dependa, de cómo seamos capaces de comprender y tolerar otros puntos de vista, siendo capaz de integrar y comprender por qué estamos donde estamos a través del análisis del propio desarrollo histórico. Sin demonizar ni denostar a nadie, pues todos tenemos un papel en el mundo, en la realidad, seamos más o menos conscientes de quienes somos. Y para no demonizar, denostar o querer destruir a nadie, hace falta albergar dentro mucho amor ¿seremos capaces?
Quizás a todos estos que he llamado religiosos (algunos de ellos están dentro de las tradiciones religiosas, otros son los buscadores comprometidos con la verdad y los demás podrían ser todos los que buscan un sentido en la vida), les sea posible una evolución colectiva, a unas vivencias religiosas cada vez más sanas, armónicas y sobre todo, amorosas. Es decir, tendríamos que ser ante todo, místicos equilibrados.
De todo lo mencionado y de más cosas hablaré en las Jornadas Integrales en Barcelona. Unas jornadas que os recomiendo a todos los “religiosos” o buscadores de una unión con lo esencial y lo más verdadero. En ellas, no os diremos cuál es la Verdad, ni pretenderemos ser los “iluminatis” del siglo XXI (espero…), pero sí intentaremos (al menos yo), encontrarnos con otros buscadores y pensadores inquietos para compartir ideas, aportar nuevas reflexiones a la colectividad y compartir ratos agradables con quienes se quieran pasar por allí. Podéis encontrar más información en: http://jornadas.asociacionintegral.es/
Hablo de vivencias religiosas, entendiendo religioso en su sentido etimológico, es decir, como religare, que significa "unirse con". En el caso de las vivencias religiosas, me estaría refiriendo a toda vivencia que busca la relación con lo trascendente, lo numinoso, lo más sagrado de la vida. Esto no se da necesariamente dentro de un contexto religioso, pero sí se supone que es una de las aspiraciones de las tradiciones religiosas, al menos en su origen, pues buscaban canalizar, estructurar o recuperar o controlar la relación con lo que se consideraba la esencia de todo, es decir, con Dios (si nos situamos en una perspectiva occidental).
Pero… ¿Qué ocurre si se pierde para algunos se pierde el sentido original para el que una religión se fundó y se convierte en un instrumento de manipulación de las colectividades o un instrumento al servicio del poder? ¿Qué ocurre si una tradición religiosa pierde su sentido religioso original? ¿Qué sucede si la religión se queda en formalismos y se pierde su esencia y conexión con lo más sagrado de la vida? ¿Y qué ocurre si se sigue dando esa conexión sagrada pero parece que no?
Y sin centrarnos exclusivamente, en las religiones, ¿Qué ocurre si el hombre pierde la conexión con su historia, con sus raíces? ¿Qué sucede si el ser humano niega o reprime esa necesidad de búsqueda de lo trascendente y la vuelca en cualquier otra cosa? ¿No es posible que convierta en ídolos a los objetos de consumo, a los líderes mediáticos o a la moda del momento o a la misma ciencia?
Por otra parte, parece ser que la pérdida de conexión con la propia biografía genera dolor y neurosis, especialmente si se dejan a un lado los elementos que han resultado dolorosos o traumáticos, en la misma. Puede ser que también, se generaran neurosis si se olvida el origen de la propia historia, como colectividad y si se desconecta del por qué hemos llegado a donde hemos llegado. Y esto no es lo peor, sino que incluso, la máxima desconexión podría llevar a dinámicas psicóticas, invadidas de lo irracional, que se disfrazan de racionales, científicas, humanistas… Es posible, que las religiones y sus miembros, sufran hoy en día de diversas neurosis, y que a su vez, otra parte del género humano, que no se considera religiosa, sufra otra neurosis complementaria. Pues el rechazo visceral, al igual que la devoción incondicional, pueden ser síntomas de que algo no va bien dentro de uno y de su propio grupo de referencia. Cuál es la solución no lo sé, el tema es complejo, pero al menos, sería bueno plantearse algún tratamiento paliativo y pacificador.
Seamos o no religiosos, es probable, que el futuro de la humanidad dependa de cómo encuentra armonía entre diversas tradiciones y visiones del mundo. Seguramente, esto dependa, de cómo seamos capaces de comprender y tolerar otros puntos de vista, siendo capaz de integrar y comprender por qué estamos donde estamos a través del análisis del propio desarrollo histórico. Sin demonizar ni denostar a nadie, pues todos tenemos un papel en el mundo, en la realidad, seamos más o menos conscientes de quienes somos. Y para no demonizar, denostar o querer destruir a nadie, hace falta albergar dentro mucho amor ¿seremos capaces?
Quizás a todos estos que he llamado religiosos (algunos de ellos están dentro de las tradiciones religiosas, otros son los buscadores comprometidos con la verdad y los demás podrían ser todos los que buscan un sentido en la vida), les sea posible una evolución colectiva, a unas vivencias religiosas cada vez más sanas, armónicas y sobre todo, amorosas. Es decir, tendríamos que ser ante todo, místicos equilibrados.
De todo lo mencionado y de más cosas hablaré en las Jornadas Integrales en Barcelona. Unas jornadas que os recomiendo a todos los “religiosos” o buscadores de una unión con lo esencial y lo más verdadero. En ellas, no os diremos cuál es la Verdad, ni pretenderemos ser los “iluminatis” del siglo XXI (espero…), pero sí intentaremos (al menos yo), encontrarnos con otros buscadores y pensadores inquietos para compartir ideas, aportar nuevas reflexiones a la colectividad y compartir ratos agradables con quienes se quieran pasar por allí. Podéis encontrar más información en: http://jornadas.asociacionintegral.es/
11 comentarios:
Quiza te moleste el comentario..
No entiendo porque el ser humano tiene que seguir una religion, siendo que la mayoria de estas se creo por el mismo ser humano, y estamos(me excluyo) creyendo en algo creado por nosotros.. es como tener un amigo imaginario, ..
Gracias tu comentario. No me molesta en absoluto, pues estoy diciendo lo mismo en mi texto. Por favor, leélo con atención. Pues por ejemplo digo esto "Esto no se da necesariamente dentro de un contexto religioso". He utilizado, como digo en mi texto, la palabra religioso en su sentido etimológico, que viene de religare que a su vez significa "unirse con".
Buscar amigos imaginarios, en cierta época de la vida (infancia) es normal, hacerlo de mayores es una ilusión. Pero también sería una ilusión negar que las religiones existen o que todas ellas se centran solo en los amigos imaginarios... Ahí están, habrá que ver qué se puede hacer con ellas para que este mundo vaya mejor. Y da igual si uno es o no religioso. Todos queremos saber cuál es la verdad de la vida, ser felices, que nuestra vida tenga sentido, etc. Para ello es mejor que haya paz, tranquilidad, capacidad de amar, etc. ¿No crees?
Qué buen tema vas a tratar en las Jornadas Integrales. Gracias por hacer este adelanto. Desde luego, escucharé tu ponencia con mucho interés.
Un abrazo
José
Qué interesante y qué pena que estoy tan lejos. A ver cuándo hacéis algunas jornadas en Praga, aquí este tema es muy actual y necesario. Tengo algunos contactos, así que solo es ponerse de acuerdo ;-)
Porqué digo que es interesante? Personalmente conozco a varias personas que sufren, según mi opinión, porque en el fondo intuyen que hay algo más, pero entre el racionalismo checo, la educación llena de prejuicios dada todavía en mi generación por el régimen comunista, y el ambiente general (en el que se unen aun más circunstancias), estas personas niegan todo lo que tenga que ver con algo más allá de sus mundos "palpables". Y sin embargo, cuando intentan explicar su dolor (están en un tratamiento por depresión, fobia social, trastorno de personladidad, ansiedad,...)a mí me parece que se acercan mucho a darle nombre a ese vacío religioso y les ayudaría darse cuenta. Pero yo no sé cómo hacérselo saber sin que me tachen por proselitista, por alguien que quiere comerles el coco. Y sin embargo, cuando hablo de mi vivencia de la fe, se quedan admirados, pero la ven como un mundo a parte. Bueno, planteo esta cuestión por si me puedes dar pistas cómo acercar a estas personas la fe. Sé que no es una respuesta fácil, porque precisamente incluye quizás el conocimiento del ambiente social. Pero quizás alguien en las jornadas hable de la situación de los países postcomunistas en los que la Repsública Checa tiene en esta cuestión un papel especial por su historia anterior al régimen.
muchas gracias,
Tereza
Aňado una entrevista a Tomáš Halík sobre este tema, quizás pueda resultar interesante. http://www.halik.cz/ja/czech2008.php
Tereza
Tereza, gracias por tu comentario.
Es cierto que parte del sufrimiento de la gente es por el sinsentido y por negarse a buscar "más allá". Así reprimen su sed de saber qué hay en lo más profundo de la vida. Por otra parte, muchas personas religiosas, sí sufren patologías, por lo que la religión no es el único factor que puede proteger de ellas. De hecho, ciertas maneras de vivir la religión, pueden producir problemas mentales.
En relación con tu pregunta, me parece que no se trata de acercar a nadie a la fe, sino de acercarla a sí misma, a lo más profundo de sí y ayudarles a ser libres, más allá de los prejuicios. Entonces, lo fundamental es que elijan libremente su propio camino. Pero su camino de verdad, no el que les quieran marcar los demás.
Lo fundamental, ante lo que cuentas, es aceptar a la gente como es y acompañarles y estimularles en la búsqueda de la verdad y de sí mismos.
Lo de Halík lo veré en algún momento de estos...
Saludos
Maribel
Por cierto... Y sobre lo de Praga... ¿Quién sabe? Quizás algún día toque algún congreso de esos por allá...
Hola a todos.
Os dejo el siguiente enlace en el que se habla de la etimología del término.
http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Religi%C3%B3n-religare-relegere.htm
Muchas gracias, José Luis. En cuanto pueda, le echo un vistazo.
Saludos
Maribel
Aprovecho este sitio para darte la enhorabuena por tu ponencia en las Jornadas Integrales.
Hace poco tiempo que he tomado contacto con la visión integral y me ha resultado muy interesante tu opinón acerca de "utilizar" como ayuda una religión para el viaje a través de la conciencia. Estoy leyendo sobre la mística cistercense, con la que tan bien dices que te ha ido.
A otra cosa, leyendo tu entrada en el blog, supongo que no estarás en absoluto de acuerdo con la Generalitat de Catalunya de cambiar el nombre a las fiestas de Navidad y Semana Santa por Fiestas de Invierno y Primavera, ¿no?.
Por cierto, enhorabuena también por el blog y tu web :)
Un saludo,
Sergio
Muchas gracias Sergio, por tu comentario y por tus enhorabuenas. El buen ambiente de las jornadas me ayudó a que me saliera mejor.
Me alegro de que mi idea de aproximarse (prefiero este término al de "utilizar"), a una relgión te haya resultado interesante.
Sobre la mística cisterciense no he profundizado. Sí en otras místicas. Lo que quise decir cuando hablé de los cistercienses, era que con ellos me llevo bastante bien y dentro de lo católico es lo que me ha parecido más completo y humano que otras opciones(al menos lo que he visto, que han sido las personas).
Lo de cambiar el nombre de las fiestas me parece absurdo. Si no están de acuerdo con ellas, pues que no cojan vacaciones. Son fiestas que ya se daban desde antes del Cristianismo y que tenían antes y después un contenido religioso. ¿Por qué renunciar a la propia historia? Otra cosa, claro está, es que la gente tenga que creer en ello. Pues como ya dije, cada cuál es libr de elegir lo que quiera.
Pero bueno, si alguien se siente incómodo con estos términos, me parece tiene un problema (como ya señalé), con ciertos aspectos más primitivos y arcaicos de sí mismo. No obstante, que cada cuál haga lo que mejor le parezca.
Saludos
Maribel
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