Estamos en el medio de una crisis económica mundial, que de una u otra forma nos salpica a todos.
Las reacciones ante la misma, son de muchos tipos. Hay reacciones de inseguridad, miedo, actitudes desafiantes o luchadoras, enfado, desesperanza, etc.
Una de las reacciones que más estamos presenciando, a través de los diversos medios de comunicación, es la del miedo. Un miedo a no salir adelante, a que se caiga nuestro mundo, a la pobreza, a la inseguridad, etc. Y es un miedo comprensible. Pero me pregunto por qué no nos damos cuenta de que esta crisis también es una oportunidad para demostrar lo que podemos dar de nosotros mismos, luchando por salir adelante, en lugar de lamentarnos constantemente. No veo muchas noticias, en los periódicos, que alienten a luchar (alguna hay, pero son las menos), o a tomar consciencia de nuestras responsabilidades personales, con respecto a esta forma de vida que llevamos, tan materialista, consumista y superficial. La mayoría no se da cuenta de que este sistema lo mantenemos entre todos y la lucha no es arreglarlo para que siga siendo el mismo, sino arrimar el hombro para transformarlo en algo mejor. Fomentar el consumismo, la codicia, la competitividad, el egoísmo, no creo que sean las mejores medidas para mejorarnos. Y tener la posibilidad de fundir nuestro dinero en cosas innecesarias tampoco. Así es como hemos vivido, y así hemos llegado a donde hemos llegado.
Ahora, tristemente, ya no se trata solamente de que muchas personas se quedan sin sus caprichos, sino de que muchas no tienen cubiertas las necesidades básicas. Algo que por otra parte no es nuevo en una buena parte del mundo.
No parece tenerse mucho en cuenta, que hay otras personas, aparte de cada uno de nosotros, que están sufriendo penosamente esta situación. Pues ante la crisis, parece estarse reafirmando el individualismo y cada cual agarra con más fuerza su cartera, esperando defenderse de posibles atracos que vengan, por cualquier parte. No es de extrañar, dado que hasta el propio Estado puede robarnos la cartera (como estamos viendo). Pero me pregunto por qué tan pocos buscan soluciones globales, no solo para su familia o los de su pueblo o los de su país. Y me pregunto por qué, no pensamos en arrimar el hombro todos juntos, por qué no buscamos luchar por encontrar salidas más justas, por plantearnos la vida de otra forma, por mirar más en nuestro interior y preguntarnos qué podemos aportar nosotros. Pues todos, lo creamos o no, podemos hacer algo por mejorar las cosas, si unimos fuerzas, de alguna manera. Me pregunto también, por qué tenemos tan poca memoria de la historia nuestra, pues hemos salido de las cavernas y de unos mecanismos de supervivencia básicos, a tener otras posibilidades. Si hemos salido de esa situación hace siglos ¿no tendremos recursos ahora que ya no somos Neanderthales? ¿O es que estamos experimentando una regresión como especie y no somos conscientes de nuestras propias capacidades?
Si este país salió adelante después de una guerra civil y el mundo se sobrepuso a dos guerras mundiales. ¿No podemos hacer algo ahora por reconstruir nuestro mundo? ¿Es necesario señalar fundamentalmente las miserias, los errores pasados, los miedos y no mostrar caminos para salir adelante? Y por otra parte ¿tiene sentido mantener el mismo sistema hipócrita y materialista si ya hemos visto que no funciona?
Me parece que sería más esperanzador pensar en las necesidades de todos los seres humanos del planeta, dándonos cuenta de que no todas las necesidades son materiales. Mirar a otras cuestiones más espirituales, como la solidaridad, el amor, el sentido común, la racionalidad, la esperanza, etc, tal vez ayude a asumir nuevas perspectivas, más realistas y completas, por tener en cuenta, más integralmente las necesidades de los seres humanos de esta tierra y quizás, den más ideas para superar esta crisis y las que se puedan avecinar.
Tal vez suene ingenua mi propuesta, pero por ahora, es la que se me ocurre…
3 comentarios:
Maribel has expresado y delimitado en pocas líneas un interesante análisis sobre la situación actual de la crisis, de paso que avanzas desde tu punto de vista el modelo tanto para salir de la misma como para no volver a repetir los mismos errores que desembocarían como es lógico en otros tantos abismos a las futuras generaciones.
Obviamente el modelo a través del cual te expresas se resume en el Historial del paciente global - análisis de los síntomas - Descripción de la enfermedad - Prescripción de un tratamiento y profilaxis para evitar futuros contagios. Pero para ser justos y obtener verdaderos análisis y prescripciones profilácticas, en suma resultados, se hace necesario una involucracion seria y con profundidad a la vez que asumimos la responsabilidad para que nada quede en palabras artificiosas que construye castillos en el aire, y en eso creo estamos de acuerdo. Se hace necesario por tanto acabar con la unilateralidad Medico-Paciente para hacernos con ambas caras de la moneda y poder analizar y prescribir con conocimiento de causa. Se ha de ser no solo medico si no también paciente y arropados en el arquetipo del Chaman curar uno su propia locura para que sirva de ejemplo al prójimo. El hombre medicina lo es no por meritos académicos si no por ser el primero que toca el infierno.
Un ensayo que me engancho a tu blog fue " De odisea por Madrid " simplemente por que son esas historias las que colman mi afán de hombre medicina. Pocas palabras y mucha acción que ensancha la conciencia en base a la experiencia no académica ni intelectual, si no que toca el infierno y se adquiere conocimiento en vivo, lejos de la palabrería fácil y la espiritualidad descafeinada.
Recuerdo tus palabras Maribel que copio a continuación " porque si el día dura un poco más o me mata, o acabo cargándome a alguien, o suicidándome en defensa propia ".
Esa es la diferencia entre observar una crisis y vivir una crisis, entre un intelectual y un chaman, entre un análisis desde un hotel cinco estrellas a un análisis desde los abismos, desde el relax del despacho y un adversario que desafía tus ganancias en conciencia, y se observan claras disidencias entre ambos dicursos, el de madrid y el de hoy.
No es que parezcas ingenua, ni que sean simples ocurrencias...., con todos mis respetos Matibel me recuerdas a un confundido Adán en el día de la madre.
Siempre estas a tiempo de mirar a "Dios" y pedirle ir a los infiernos por que médicos hay muchos pero hacen falta chamanes. Si pides se te dara.......te lo aseguro. O te mata, o te cargas alguien, o te suicidas o te conviertes en Mujer medicina. Todo dependerá de que tus auténticos deseos coincidan con tu camino de corazón, por que inquitudes no te faltan..
Un saludo
JM
Hola Juan Manuel,
Gracias por tu comentario. Dices cosas interesantes, aunque no comparto todas.
Por ejemplo, no estoy de acuerdo de que de mi texto se desprenda una unilateralidad Médico-paciente. Lo primero porque la situación descrita nos incumbe a todos como médicos y pacientes. Todos somos sanadores y enfermos ,en esta situación. Por otra parte, estás diciendo lo que dices a una persona cuasi-militante de que el médico se ha de curar a sí mismo, de lo del hombre medicina como premisa, de que el paciente es un igual, etc. Con esto tengo bastante fritos a mis alumnos, porque pienso que si alguien que no se ocupa de sí, no puede ayudar a nadie. Soy sumamente crítica con el modelo médico paternalista y sus taras diversas (hay por ahí una entrada en este blog defendiendo, por ejemplo, el valor de las medicinas alternativas). No obstante, no creo que todas las soluciones a las situaciones infernales de la vida, pasen por el chamanismo. Hay más caminos y posibilidades para salir de los infiernos, aunque comparto la idea chamánica del hombre medicina. A pesar del riesgo que tiene esto de alimentar los egos de quienes así se consideran (como he podido comprobar por experiencia y no por libros).
Con respecto a la frase que citas, no es más que un comentario irónico para transmitir el dramatismo a la situación. No te preocupes que no tengo ideas ni suicidas ni homicidas.
Siento dar la impresión de vivir desde el intelecto, pues no es esa mi experiencia primordial, y no baso mi vida en el hedonismo ni en el intelectualismo. La propia experiencia me ha llevado a hacerme preguntas, buscar caminos, etc.
Es difícil captar la vida y experiencia de alguien a través de un escrito, que no es más que mera reflexión y también, no olvidemos, que lo que captamos en otros, es una parte de nosotros mismos...
De los infiernos ya sé suficiente. Por ahora prefiero no pasearme más por ahí, salvo que por algún motivo sea necesario.
Y con respecto a los caminos, solamente creo en el camino del corazón. Los demás no me dicen nada, aunque puedan resultar entretenidos.
Así que nuevamente gracias por tus críticas, pues me han servido, tal vez, para aclarar algunas cosas...
Saludos
Maribel
Gracias a ti Maribel por permitir un espacio donde intercambiar reflexiones y criticas, en el fondo de todo doy por sabido que al final siempre hablo conmigo mismo y con la Maribel que llevo dentro que identifico como una proyección, estoy totalmente al cabo de la calle de que hablo con una imagen que me he creado a partir de tus textos que estoy seguro para mejor o peor no tiene nada que ver con la realidad. Lo importante es la relación por que la intención con nuestras preguntas y caminos va por delante.
Te paso este link del día de hoy que viene al caso de todo lo que hablamos y que por lo menos a mi me ayuda a expandir mis limites......
http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
Con mis mejores deseos, que yo por lo menos si que ando confundido como "Eva" en el día de la madre..,,je.
Saludos
JM
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