miércoles, 2 de mayo de 2012

¿SOMOS LIBRES?



Una de las paradojas de nuestro tiempo consiste en la defensa de la libertad, sin libertad. Es algo que podemos observar en diferentes ámbitos. En el de la política, en la educación, en la religión o en el mundillo de lo espiritual.

Es como si hipnóticamente se repitieran consignas diversas, por la libertad de pensamiento, sin haber emitido un solo pensamiento propio, pues todos son copiados de otros, que hay tocado las teclas de la consciencia colectiva, que una y otra vez se repiten, como un mantra, ciertas supuestas “verdades" que pueden llegar a perder su entidad de verdad por no ser ni sentidas ni pensadas.

Si defendemos la libertad política, atacando la visión política de otros. ¿Es esto una manifestación del respeto a la libertad?

Si defendemos el derecho a la libertad educativa, limitando el acceso a conocimientos humanísticos (que enseñan a pensar), ¿cómo fomentamos la libertad desde la educación, si no conseguimos que las personas sean menos ignorantes?

Si defendemos la tolerancia interreligiosa e intercultural, mostrando una visión reduccionista y limitante, de algunas tradiciones religiosas (véase en España con el Catolicismo o con el Islam), ¿realmente estamos hablando de tolerancia?

Si hablamos de que queremos libertad para llegar a lo espiritual por nosotros mismos (como ocurre en algunos planteamientos Nueva Era), y queremos imponer nuestra manera de vivir lo espiritual, o bien, consideramos que nuestra forma es superior a la de otros, ¿estamos siendo un ejemplo de lucha por la libertad espiritual?

Todas estas, y otras, actitudes paradójicas, no me suenan a libertad, sino a una nueva forma de totalitarismo de la libertad, de totalitarismo del relativismo, etc. ¿Qué tal si nos planteamos que la libertad que pedimos para nosotros también está bien ejercerla con los otros? ¿Y qué tal si nos paramos a pensar si somos o no realmente libres en lugar de seguir defendiendo la libertad desde actitudes borreguiles diversas?

¿Somos libres? ¿De verdad que lo somos? ¿Lo somos solo porque pensemos que podemos decir lo que nos da la gana? ¿Y realmente decimos lo que nos da la gana, o lo que tenemos grabado como autómatas en el disco duro de nuestro cerebro?

¿Qué tal si empezamos por romper los grilletes que tenemos en la mente y en el alma? Ser libres no puede ser solo algo deseado, ha de ser el resultado de todo un proceso de crecimiento y esfuerzo personal.

6 comentarios:

pere dijo...

Estimada Maribel, "El miedo a la libertad" es algo más que el título de un libro.
Quien ama la libertad, la practica; consigo mismo y con el prójimo. Al mismo tiempo, quién practica la libertad la ama. Y este ejercicio (con uno mismo y con el prójimo) constituye, creo, la mejor manera de invitar a otros a hacer lo propio.
Porque reclamar libertades resulta más fácil que ejercer las libertades de las que uno ya goza.
O así me lo parece..
Saludos,

Antonio Alarcón dijo...

Tu reflexión me parece anarquista, .... no habitua en nuestras sociedades de "pegatina",... básico.

Y como sabemos una pena que aún si quiera, estemos en ese paso como colectivo,... sí muchos, a nivel individual... cuál será el siguiente paso?
Me gusta Maribel. Salutti Madrile.

Noris Binet dijo...

Maribel,

Me encantan los cuestionamientos que estas haciendo, porque yo fui descubriendo poco a poco que antes de buscar la libertad en otros ámbitos tenia que buscarla dentro de mi. Y en la realización de darme cuanta que estaba atada y prisionera de mi mente condicionada por los valores sociales, religiosos y demás... Pude empezar el laborioso proceso de descubrir mi verdadera naturaleza libre!
Noris Binet

Anónimo dijo...

excelente disertacion sobre el tema de la libertad, tema intimamente ligado a la tolerancia, me gustaria maribel , cual es tu propuesta para vivir en libertad, ya Karl Popper ha hecho un breve analisis con su "paradoja de la tolerancia" mas me gustaria saber que piensas tu como solucion

Maribel Rodríguez dijo...

Gracias a todos por vuestras aportaciones.

Pere, es muy importante lo que apuntas acerca de como ejercer la libertad.

Antonio, me ha sonado curisoso lo de anarquista. No lo había pensado... Y el siguiente paso... Pues tenga quizás que ver con empezar a practicar por nosotros mismos, lo que defendemos. Ya veremos si es posible.

Noris, exactamente hay que buscarla dentro de uno. Ahí está el primer paso.

Y "Anónimo", mi propuesta para vivir en libertad tiene que ver con el título de este blog. Con aprender a ser más conscientes de quienes somos, de qué este mundo, de quienes somos los demás, etc. Ya desarrollaré todo esto en algún momento... Y la "solución", la desconozco, solamente hablo de algo que considero fundamental, aunque no sé si es la única solución posible: la toma de consciencia.

Saludos a todos

Maribel

Juan dijo...

La libertad la concibo como una falta de identificación_apego a lo que sea, es cuando se transforma lo personal en impersonal a imagen y semejanza de la naturaleza. No sé, quizás la metáfora más cercana es el "Juego" bien entendido, donde existe una involucración a nivel de rol, a la vez que carece de la compulsión de autovaloración y medida que se proyecta como sentimiento de culpa u orgullo, dependiendo del resultado.