Todo ser humano ha sido víctima alguna vez. Todos, de una manera o de otra hemos sido víctimas de
algún daño, sea éste grande o pequeño, puntual o repetido. Por lo tanto, este es un tema que nos
atañe a todos.
En los años que llevo de práctica profesional y fuera de mi
ámbito laboral me encuentro, con frecuencia con personas que me cuentan situaciones
muy duras que las han dañado y de las que les cuesta recuperarse. Pero en todo
esto hay algunos fenómenos que últimamente me han llamado más poderosamente la atención por
no haber reparado previamente en ellos, o porque quizás los libros que he
estudiado no lo explicaban con suficiente claridad. Este fenómeno tiene que ver
con revictimizar a las víctimas, es decir, volver a agredir (consciente o
inconscientemente) a las víctimas por diversas razones, agrandando así el daño
que ya llevan sobre sí. Otro fenómeno paralelo a este es el de cuando las
víctimas se revictimizan a sí mismas por diferentes motivos, entrando en
dinámicas o en situaciones que las pueden hacer más vulnerables. En ambos casos
se generan dinámicas que aumentan las heridas y los daños de quienes ya vienen
dañados por diferentes factores.
No entraré aquí en dinámicas de revictimización que
normalmente se dan desde las instituciones sanitarias, políticas, judiciales,
sino que partiré de situaciones que se dan más cotidianamente y que por ello pueden
llegar también a ser muy dañinas.
Los fenómenos que más he detectado en relación con la
revictimización de las víctimas son los siguientes:
1.- Cuando les agrede otra persona:
- Incomprensión:
muchas veces es complicado entender a una persona herida. Por una parte por
ignorancia, pues es difícil entender procesos que no hemos vivido o con los que no
hemos tenido una relación previa. Por otra parte porque la persona victimizada puede estar tan dañada que su propio caos psicológico y fragmentación interna
le haga difícil explicarse. Si a todo esto unimos falta de empatía o la
aplicación mecánica de procedimientos de ayuda social (los famosos protocolos)
o la aplicación también mecánica de estrategias psicoterapéuticas, el cóctel
dañino está servido.
-
Culpabilización:
cuando se le dice a la víctima que tiene la culpa o la responsabilidad de lo
que le ha pasado o de lo que le está pasando. Una variante perversa es lo que
se ha llamado “luz de gas”, que es una forma de “darle la vuelta a la tortilla”
que hacen algunos maltratadores, para que la víctima acabe dudando de sus
propias percepciones y crea que es ella la responsable de lo que le sucede
porque no entiende bien la realidad, está “paranoica”, etc. El colmo de la
culpabilización de las víctimas son los discursos irracionales Nueva Era en los
que se le dice a la gente que ellos “atraen” lo que les pasa para “aprender” o
para “tener experiencias”. También se les acusa de su inconsciencia o de haber
aguantado tanto, sin tener la más mínima dosis de sensibilidad y empatía hacia
el proceso de otro, cuyos aspectos más profundos desconocemos. ¿Los refugiados
sirios se han buscado lo que les ha pasado? ¿Se lo han buscado para aprender?
Realmente suena muy desconsiderado afirmar algo en este sentido.
-
Agresión
manifiesta: a veces se agrede a quienes han sido víctimas porque al no
entenderlas éstas se desesperan y no saben como explicar desde su desesperación
lo que les pasa. En estos casos su actitud puede llegar a ser incluso agresiva
u hostil o desagradable y esto hacer que nuevamente reciban agresiones de todo
tipo.
-
Curiosidad:
a veces se escarba en las heridas de estas personas por una cierta curiosidad
morbosa de saber de los entresijos del alma humana, pero sin la más mínima
sensibilidad por respetar al otro, el entrar en el alma de otra persona es la
entrada en un espacio sagrado. Hay quienes llegan a entrar como un elefante en
una cacharrería sin el más mínimo atisbo de sensibilidad, simplemente por
vouyerismo emocional.
-
Abandono:
es una forma de agredir en el sentido de que si alguien nos pide ayuda y no le
respondemos adecuadamente le estamos haciendo daño. En casos en los que una
persona está dañada es muy importante la acogida desde el respeto y el amor,
pero también el aportar una estructura en las que las víctimas se sientan
sostenidas espacial y temporalmente. Es decir, que cuando una persona está
pasando por un momento difícil es importante mostrar interés y una
disponibilidad estructurada en la que se diga de cuanto tiempo se dispone, y se
exprese con claridad cuál es el próximo momento en el que se va a producir un
encuentro. Es importante, al menos en los peores momentos facilitar una
temporalidad (cada semana, cada 15 días, etc.).
Esa estructura también es una forma de poner límites, pues quien está en
esa situación puede tener más difícil ver los límites de los demás y cansarles.
-
Miedo:
sí, miedo. Algunas personas se asustan de las personas dañadas porque ven
reflejadas las propias heridas que no quieren afrontar. El sufrimiento de otro
puede generar temor en quién no quiere tener relación con el sufrimiento
propio, por miedo a sentir su propio dolor.
-
Actitudes
salvadoras: cuando se dan para reforzar la propia autoestima por ser buenos
y caritativos con ellas. Si esto se hace desde una postura egocéntrica, el
ayudador puede utilizar su actividad salvadora para sentirse importante y no
para implicarse realmente con la persona que sufre. Este tipo de personas no se
implicarán realmente en el proceso de la víctima, pero sí serán adictos a
exponer sus méritos como salvadores. En estos casos, además de la falta de
humildad se proyecta en la víctima las partes de uno que no están siendo
atendidas y así salvando a otros, uno se olvida de hacer algo para ayudarse a
sí mismo y curar las heridas propias.
2.- La agresión que
pueden provocar las víctimas, inconscientemente:
-
Demanda
excesiva: el estar mal puede dificultar el ver los límites de otros,
precisamente porque no se ve bien la realidad por el dolor que produce la
desesperación y que lleva a estarse comportando en un modo más egocéntrico y
regresivo por pura necesidad, cuando se está en ese estado de víctimazación.
-
Lenguaje
confuso: por la herida psicológica que les impide captarse y expresarse con
claridad.
-
Miedo:
derivado de la desconfianza de haber sido agredidas. Lo que puede llevarles a conductas de poner
distancia con los demás y que esto les impidan recurrir a pedir la ayuda
adecuada al no sentir que puedan confiar en nadie. Este miedo muchas veces se
intensifica por la falta de comprensión de los otros que hace que la víctima se
retroalimente en que no puede ser comprendida, ayudada, etc.
-
Agresividad:
la desesperación puede llevar a que no siempre sepan comportarse con respeto
hacia otros y pueden llegar a una actitud agresiva manifiesta.
-
Identificarse
con el rol de víctimas: porque a veces puede reforzar un sentido de
identidad o de realidad, porque es lo que se conoce. Este puede ser uno de los
peores daños que le puede hacer la mente de una víctima a sí misma pues puede
dificultar mucho que se vean como seres humanos dignos de respeto y de
comprensión, y que les cueste creer que son dignas de ser atendidas, bien
tratadas y, lo que es más importante, de trascender la idea de sí mismas que la
situación de ser maltratadas o agredidas les ha generado.
Seguramente se os puedan ocurrir más cosas. Con este post al
menos pretendo hacer evidentes algunas posibilidades, para así aumentar la
sensibilidad y la consciencia ante estos temas y tratar de evitar caer en este tipo de actitudes. Ojalá sea posible romper la
cadena del daño y de la irresponsabilidad inconsciente frente a las personas
que sufren y que se las pueda ayudar a ayudarse a sí mismas de la mejor forma.
Necesitamos aprender a escuchar mejor, a conectar con los
demás, a darnos cuenta de que solamente puede hablar de cómo se siente quién
está sintiendo lo que sienta, a tener más humildad acerca de nuestras
capacidades de comprensión y sobre todo aprender a respetar y a darnos cuenta
de que el otro también somos nosotros. ¿Por qué no plantearnos de vez en cuando nuestro grado de responsabilidad en hacer un mundo mejor cotidianamente desde una actitud más consciente, responsable, compasiva y humana?
1 comentario:
Este blog también va en esa línea
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