En una entrada anterior hablaba
de los peligros en la práctica espiritual. En esta quiero desarrollar el tema
centrado en la búsqueda espiritual. En estos tiempos de crisis, muchas personas
buscan respuestas en sus vidas, que les aporten sentido, plenitud, identidad,
felicidad, sabiduría etc. Estamos en un momento en el que las dificultades y el
sufrimiento han acentuado la búsqueda espiritual de muchas personas, al menos
la búsqueda de algo verdadero o de algo que de sentido a sus vidas. La
activación de la búsqueda es algo positivo, pues ayuda a las personas a salir
de sus esquemas conocidos y a abrir sus mentes, a nuevas posibilidades. Esta
apertura favorece nuevas experiencias, pero éstas, sin la preparación adecuada,
o al menos, el desarrollo previo de un suficiente sentido crítico, pueden
generar situaciones aún más dolorosas que las que previamente se intentaban
resolver o paliar.
Los “riesgos” de los que hablo,
tienen que ver con los aspectos siguientes:
-
Los falsos gurús y los falsos profetas: a lo
largo de toda la historia de la humanidad, los tiempos de crisis han favorecido
la aparición de todo tipo de falsos gurús y profetas. Nuestra época no tiene
por qué ser menos. Si echamos un vistazo en Internet, encontramos numerosos
anuncios de maestros, sanadores, iluminados, gurús, visionarios, etc. No dudo
que algunos de ellos puedan hacer aportaciones interesantes. Pero con
frecuencia nos encontramos con discursos blandos tipo new age, que nos prometen
un acceso rápido y fácil a la verdad o a la iluminación (dicha rapidez y
facilidad entra en contradicción con el discurso de los sabios de todos los
tiempos). En otros casos encontramos discursos más elaborados intelectualmente,
aparentemente racionales, pero llenos de sesgos y de prejuicios. Curiosamente
los sesgos y prejuicios suelen atentar contra las tradiciones de la cultura de quién
hace ciertas afirmaciones, o contra otros pensadores a los que no se conoce con
suficiente profundidad, para finalmente afirmarse que el discurso propio es
superior al de cualquier otro pensador de épocas pretéritas. Resulta curioso
como algunos de estos “gurús” son seguidos por multitudes, cuando sus discursos
son repetitivos, manidos y vacíos, pero con un buen marketing y buenas
estrategias de seducción.
- Los seguidores de ciertos caminos espirituales:
podemos encontrar caminos espirituales, llenos de aportaciones interesantes,
dentro o fuera de las principales tradiciones religiosas. Las lecturas de sus
fundadores pueden resultar sumamente edificantes y enriquecedoras. Lo que pasa
es que curiosamente puede ser un tanto difícil la relación con muchos de sus
seguidores. ¿Por qué? Pues porque sencillamente se han convertido en autómatas,
que repiten como loros el mensaje de sus “maestros” sin someterlos a la más
mínima reflexión. Se mantienen inflexibles, no permiten excepciones a las
normas y tienen una devoción irracional a sus líderes, que para ellos parecen
seres sobrenaturales e intocables a los que profesan una devoción desmesurada.
Y curiosamente, esto no se da exclusivamente en caminos más fundamentalistas de
tipo religioso, sino también en caminos supuestamente progresistas, racionales
o relativistas. En ellos, se habla de totalidad, holismo, integralidad, nueva
consciencia, amor universal, etc., pero todo esto existe solo dentro para los
seguidores de sus estrechos círculos. El amor hacia los que no profesan las
mismas ideas deja bastante que desear y su sentido del humor ante cualquier
comentario sobre sus ideas, se manifiesta por su total ausencia.
- La ingenuidad y la ignorancia de los buscadores:
muchas personas piensan que lo que suene a “espiritual” es siempre algo bueno y
“divino”, que quienes lideran ciertos grupos están limpios de cualquier falta y
que por ello, han de ir detrás de cualquiera que hable de espiritualidad. Dicha
ingenuidad hace que les suene a música celestial cualquier comentario o
afirmación de tipo espiritual, muchas veces copiada de sabios de todos los
tiempos (y que por eso suena bien), pero que se ha adaptado a un determinado
discurso, en el que se mete lo que al líder le interesa.
- La omisión del lado oscuro: en todas las
tradiciones espirituales se habla del lado oscuro y se advierte de los peligros
de dejarse seducir por él. Hay que aclarar que dicho “lado oscuro”, también
puede ser algo espiritual y seductor, en el que el discurso del todo vale, que
el bien y el mal son algo relativo, que si uno es espiritual o tiene buena onda
todo le va bien, que se centre en sí mismo y que así crecerá concentrándose en
desear lo que espera conseguir (así tendrá poder sobre el mundo, esto me suena…),
etc. A su vez, esto resulta peligroso, porque uno mismo (el que busca), también
omite su lado oscuro, con lo que no ve sus defectos y se considera estupendo,
iluminado o más “guay” porque es espiritual… Resultado, que no hay quién le
aguante o quién se acerque a él sin salir mal parado, en el peor de los casos,
habiéndose convertido en un auténtico “vampiro espiritual”.
- La potenciación del propio deseo y la propia satisfacción:
el quedarnos solamente en esto, puede dejarnos completamente atontados y
“flipados” ante cualquier oferta de drogas para la iluminación o de técnicas
anestesiantes de nuestro sentido crítico y reflexión. Aparte de que nos puede
convertir en unos absolutos egoístas y egocéntricos, o vivir completamente
frustrados, pues no consiguen “visualizar” adecuadamente ese millón de euros
que le han prometido que llegaría a sus manos si se concentra siguiendo ciertos
procedimientos (finalmente no tiene los euros y ha conseguido perder bien el
tiempo).
- Religión o espiritualidad “a la carta”, con lo
que nunca nada nos llena o satisface, porque no colma exactamente nuestras
expectativas, que pueden ser lo que precisamente nos impida evolucionar
espiritualmente, con un auténtico desprendimiento de nosotros mismos.
- Perder el tiempo: porque se busca entre mucha
oferta, que resulta superficial, vana, estúpida, absurda. Hay demasiadas cosas
que no valen la pena, por las que podemos perder el tiempo, salvo que conscientemente
nos centremos en aprender también de los errores propios y de los ajenos.
- Perder el sentido práctico: hay quién deja todo
en la búsqueda, su trabajo, su familia, sus amigos. ¿Por qué? Porque
sencillamente puede estar en las nubes y en su búsqueda y pensar que pasar de
todos y de todo es el camino. Resultado: meses después estar frustrado, sin
amigos, con la familia enfadada y viviendo debajo de un puente.
Podríamos decir más opciones,
pero estos son los que por el momento me han parecido más importantes. En una
futura entrada espero desarrollar el cómo defendernos de esto.
Buen verano a todos.
5 comentarios:
He descubierto tu blog buscando en internet sobre el monasterio de Atlas en Midlet, dónde tengo previsto ir.
Me encanta el blog y tu perfil, porque también soy gran admiradora de Edith Stein.
Seguiremos en contacto.
Un saludo
Me alegro del encuentro. Feliz viaje a Midelt.
Un saludo
Maribel
Muy de acuerdo con lo que dices. Los riesgos más importantes, abordados con profundidad y rigor están expuestos en este documento de la Iglesia
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_1
Un abrazo fraterno
Muchas gracias por la información José Antonio. Otro abrazo fraterno.
Estimada Maribel.
Has descrito suscita y exactamente por lo que pasé hace unos años. Soy de México, y tuve la desgracia de estar cerca de 10 años a merced de un "gurú", que si bien al principio parecía centrado y dispuesto a compartir su conocimiento espiritual, se desquició, y ahora se cree la encarnación viva de Dios Padre. ¡¿Qué tal?! Y lo peor, es que muy al principio de que me separé, por momentos dudé acerca de si había tomado la decisión correcta al dejarlos. Hoy en día, me enojo mucho conmigo por haberme permitido desperdiciar tanto tiempo, dinero y esfuerzo en un tipo como éste. He pensado en denunciarlo públicamente, con la esperanza de que muchos de los que ahora lo siguen se den cuenta de que no es más que un estafador, pero llegué a la conclusión de que no valía la pena, porque están tan infatuados con él y su esposa, y sus supuestas dotes de liderazgo espiritual que el fanatismo los ciega. Enfin... supongo que cada quien despierta en el momento justo, ni antes, ni después. Gracias, una vez más por tus palabras.
Un abrazo desde México.
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