El pasado fin de semana tuve el
privilegio de vivir un fin de semana en Ávila de encuentro interreligioso,
titulado “Desde la mística al diálogo, de la experiencia del amor al empeño por
la paz.”
En el mismo participaron personas
del Budismo, Judaísmo, Islam y Cristianismo. Convivimos durante todo un fin de
semana de conocer y comprender mejor a personas de distintas tradiciones, en el
que pudimos ver que cada gesto, en cada una de ellas se da por algo, forma
parte de una historia de trascendencia y
de sabiduría. Y pudimos ver, la apertura de corazón de muchas personas, que conectadas
por un hilo invisible, tuvimos un sentimiento de comunión y armonía. Daba igual
si íbamos con vaqueros, túnicas, ropajes anchos, túnicas, pañuelos en la cabeza
o un kipá (el gorrito de los judíos). Todos nos veíamos como seres humanos, que
dentro de la expresión particular de cada cuál, sólo buscábamos una cosa, una
relación con la trascendencia, con la sabiduría, con la búsqueda de la verdad,
etc.
Pudimos ver los rezos o
meditaciones de las diferentes tradiciones, las bendiciones de los alimentos,
antes de comer tenían elementos comunes y diferentes. Y lo mejor, todos nos
relacionábamos con curiosidad y apertura. Recuerdo que después del baile de un
derviche muchos pasaron mucho tiempo preguntándole sobre cómo se hacía y su
significado, escuchamos propuestas de sabios de cada tradición sobre cómo vivir
el silencio, o la relación con Dios en la vida cotidiana, o sobre las ventajas
e inconvenientes del ego. También pudimos entender que aunque no nos
convirtamos en el otro, podemos dialogar y comprenderle y que si nos sentimos
amenazados por alguien de otra religión, con miedo a que nos pueda convencer de
algo, es porque, en el fondo no estamos muy seguros de la nuestra.
Me quedó claro que el sincretismo
religioso es un imposible. Los musulmanes empiezan a rezar a las 6 de la
mañana, los budistas a las 7, los cristianos depende… Después vuelve a haber
rezos por la tarde, a diferentes horas y al final del día. Seguir todo eso,
sería absolutamente agotador e inhumano. Igual sería algo parecido a querer
subir una montaña por varios caminos a la vez. Salvo que alguien se biloque
sería bastante complicado.
Me gustó el detalle de una gruesa
cuerda, en la que había flores engarzadas, representando las flores cada
tradición y la cuerda la fuerza que las une. Enhorabuena Mª de los Ángeles Álvarez, por esa idea.
Imagen obtenida de http://mariadelosangelesalvarez.wordpress.com/ |
Y muchas gracias al CITeS (Universidad de la Mística) y a la
Mesa de la Unidad de Córdoba (los promotores del evento), por hacerlo posible.
Y por supuesto a los ponentes de las mesas redondas, excepcionales y amenos.
Entre ellos tuvimos a ponentes de primera como Juan Martín Velasco (por el
cristianismo, con la sabiduría y sensatez que le caracteriza), Mario Saban (por
el judaísmo, gran comunicador, expansivo y ameno, a la vez que lleno de lucidez
y sentido común), Amparo Sánchez (con los pies en la tierra y llena de sentido
común), a Karma Tempa (monje budista argentino-tibetano, con sentido del humor
y buenas dosis de sabiduría). Y no quiero aburrir poniendo todos los nombres,
sí darles las gracias a los ponentes que participaron, pues fueron
excepcionales.
Eventos como este nos abren una
ventana a la esperanza de que pueda haber paz entre las religiones, lo que, a su
vez, puede facilitar que haya paz en nuestro mundo. ¿Será algún día posible
desde el respeto, el diálogo y la comprensión?
Quienes hemos convivido durante años, con personas de otras tradiciones, sabemos algo de la riqueza que puede aportar en vivir en un entorno diferente, en el que, si nos ponemos con la actitud adecuada, todos salimos ganando.
Foto tomada del momento de silencio todos juntos(de www.mistica.es) |
Esperemos que encuentros como este se repitan más veces y que participen personas de más tradiciones espirituales.
3 comentarios:
Muchas gracias por esta fantástica entrada. Qué feliz idea ha sido este encuentro y qué enriquecedor para los asistentes y para todo el conozca la ocurrencia de este evento. Es conmovedor, esperemos que se pueda repetir en más ciudades. Ya no de España, del mundo.
Un abrazo.
De nada Arbiya. Desde luego que ha merecido mucho la pena. Ojalá se pueda repetir en más sitios y sirva de ejemplo para un mundo más pacífico y tolerante.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo
"que pueda haber paz entre las religiones". Parece contradictorio pero no lo es, porque las religiones son producto de la mente humana.
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