lunes, 9 de junio de 2025

¿SE PUEDE SUPERAR EL NARCISISMO?

 

    La mayoría de los discursos imperantes hoy en día sobre la cuestión del narcisismo, están centrados en la demonización y exclusión de las personas narcisistas, sin que lleguen a matizarse muchas cosas, cerrando cualquier posibilidad a su mejora o transformación. Sin pretender negar en absoluto el grave daño que puede hacer a otros alguien que padezca un narcisismo patológico, o quien tenga conductas de tipo narcisista, considero que es preciso ser prudentes con diagnósticos precipitados o con sentencias que condenan al ostracismo perenne a quienes lo padecen, rompiendo cualquier esperanza de cambio cuando sea posible.

    En primer lugar sería preciso hacer una clara diferenciación entre lo que es un trastorno narcisista de la personalidad y los síntomas o comportamientos narcisistas que no llegan a la gravedad de este trastorno, y que pueden darse en muchas personas con diferentes intensidades. Además, dentro de lo que llamamos trastorno narcisista de la personalidad, también podemos considerar que se dan grados de gravedad.  

    El trastorno de personalidad narcisista o narcisismo patológico sería una forma cristalizada y estable del narcisismo y se cumplirían una serie de criterios diagnósticos (al menos 5) que pondrían de manifiesto en quienes tienen un "Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos" (DSM-5, p. 365) y con al menos 5 síntomas de los que se enumeran en el DSM-5Para llegar a un diagnóstico de narcisismo es necesaria la evaluación de un experto en salud mental que sepa de narcisismo. No es un diagnóstico que deba ponerse a la ligera y menos ante lo que nos parezcan malos comportamientos y egoísmos de otros. Pues no todo mal que puede llevar a cabo un ser humano responde a una etiqueta psiquiátrica.

    Pero el tema en el que quiero centrar hoy mi escrito parte de mi grata sorpresa ante lo que me ha comunicado un lector de mis libros, que pone de manifiesto la posibilidad de "despertar" del narcisismo, para emprender un cambio hacia una mejor manera de estar en el mundo. Desconozco cuál ha podido ser su grado de narcisismo, pero lo importante es lo que plantea, poniendo de manifiesto su clara intención de salir de ello. Ojalá su mensaje sirva de inspiración y ejemplo a quienes viven atrapados en dinámicas narcisistas y para los que no crean en la posibilidad de cambio


Hola Maribel. Mi nombre es X y tengo 61 años. He leído sus dos libros, "Liberémonos del narcisismo" y "Más allá del narcisismo espiritual", por recomendación de un conocido suyo. Su lectura me está ayudando mucho en el proceso de autoconocimiento que inicié cuando tenía 30 años, tras una ruptura matrimonial. Sin embargo, más que darme luz, me servía para calmar mi conciencia (de ello comienzo a darme cuenta). Hace dos años volví a ese proceso de autoconocimiento, forzado por una experiencia de ruptura provocada por una actitud que ahora puedo nombrar gracias a sus libros. Reconozco en mí muchos de los rasgos narcisistas que describe en ellos. Me genera dolor reconocerlo porque veo que estos rasgos han condicionado muy negativamente mis experiencias de relación. Al mismo tiempo, hay algo dentro de mí que me dice que, a pesar del dolor, es una fase que debo pasar. La búsqueda, quiero pensar, genuina de trascendencia, me está ayudando a descentrarme de mí, verme de manera muy diferente y, sobre todo, "ver" a los demás por primera vez. Hace poco experimenté cuán importantes eran las personas que pasaban a mi lado, ¡existían¡ Aunque ando bastante desorientado, sobre todo por no saber cómo reparar el daño hecho especialmente a una persona supuestamente "querida" por mí, tengo la esperanza de que esta nueva fase "tardía" me transforme interiormente hacia algo más auténtico y, sobre todo, más libre. Gracias por ayudarme a descubrirlo


Si bien es cierto que es más fácil superar "rasgos narcisistas" que un trastorno narcisista de la personalidad, mensajes como este ponen de manifiesto que las personas pueden hacerse conscientes de sus errores y rectificar. En un mensaje posterior, esta persona refiere que le ha ayudado a despertar la "reacción total de rechazo" por parte de alguien con la que convivió más de 10 años y con quien le "unía un fuerte vínculo de amistad". Hacerse consciente del daño provocado y del desconcierto causado ha sido parte de lo que le ha servido para iniciar su transformación y leer sobre narcisismo le ha ayudado a poner palabras a parte de sus dinámicas equivocadas.


También considero importante las siguientes reflexiones de la misma persona, y que quizás puede ayudarnos a muchos a reflexionar acerca de las actitudes que estamos promoviendo con respecto a los comportamientos narcisistas: 


Te agradezco también la “compasión” que se desprende en aquellos apartados del libro en los que te pones en el lugar o intentas entender, en la medida de lo posible, a los que nos identificamos con este tipo de personalidad, adquirida más por heridas del pasado que por el simple deseo de hacer daño a las personas que nos rodean. Con ello no estoy justificando actitudes de abuso y violencia psicológica de las cuales me arrepiento, sino intentando entender por qué he actuado en el pasado así. Espero que este proceso me ayude a tener relaciones más maduras en el futuro. Me ayuda también a ver que mis rasgos narcisistas están presentes en todos mis hermanos, ya que veo un nexo común en nuestra historia familiar. En este sentido, esa identificación me está ayudando a tener más empatía hacia ellos al ver que podrían haber sufrido carencias afectivas similares a las que yo experimenté en mi infancia y adolescencia. Esto es algo que estoy empezando a descubrir…


Me parece importante tomar en consideración testimonios como este y desde ya felicito a su autor y le animo a seguirse liberando de la trampa narcisista. ¡Mucha suerte en tu camino y gracias por tu aportación! 


Por otra parte, debemos pensar que si el narcisismo viene con frecuencia condicionado por traumas y heridas del pasado. ¿Es correcto condenar y demonizar sin empatía a quienes lo padecen? ¿No estaremos combatiendo el narcisismo de una manera narcisista que no da ningún lugar a la posibilidad de que algunas personas puedan lograr salir de él?


Os invito a reflexionar al respecto, a la vez que el ser conscientes de las dinámicas narcisistas de otros nos permitan protegernos de las conductas abusivas y rechazarlas, como quién ayudó a despertar a quién me ha escrito. Como sociedad estamos condenados al fracaso si solo demonizamos a quienes se equivocan y no alentamos la posibilidad de cambio, siempre y cuando el otro esté dispuesto a planteárselo o a pasar por una psicoterapia que le resulte de ayuda, en caso de ser necesario. A los mismos profesionales de la salud mental nos parece muy difícil el cambio de personas así y muchas veces imposible, pero no debemos cejar en el empeño de desarrollar tratamientos y de alentar la reflexión ante la posibilidad de salir de ello. En ciertos casos parece que sí es posible.


* Nota: la publicación del testimonio cuenta con el consentimiento de su autor.





3 comentarios:

María dijo...

Todas las personas merecen compasión. Y todas merecen sanar. Creo que estamos, como sociedad, en el paso previo necesario para aquellos con trastorno narcisista tengan también la oportunidad: que sus víctimas sanen, que estas y otras personas conozcan sus propios rasgos narcisistas "normales", que muchos los superen e integren.

En el caso de los narcisistas, parece que la barrera de entrada a una posible sanación es su falta de consciencia de tener un problema. Les parece que su forma de adaptarse a la realidad funciona, y que son los demás quienes fallan o están más inestables, quienes lo pasan peor. Esto hace que tengan menos posibilidad de evolución, con lo que, en cierto sentido, lo tienen mas complicado que sus víctimas, y es en este sentido que merecen compasión.

El problema aparece al intentar tomar acción positiva desde esa compasión, en el cómo ayudarles... y es que todavía no se dan las condiciones necesarias para que esta ayuda pueda ser efectiva (salvo casos excepcionales como el del testimonio).

Creo que a medida que vayamos teniendo, como sociedad, mayor sensibilidad al maltrato y sus consecuencias, según vayan sanando las víctimas con el apoyo de esa sociedad más consciente, irá aumentando la capacidad de todos de explorar la parcela narcisista propia.

Una vez lleguemos a suficiente nivel de integración de dicha parcela, una vez desarrollemos suficiente sensibilidad consciente al respecto, entonces será cuando los narcisistas más extremos, los TPN, tendrán el espacio y la oportunidad de sanar. Porque entonces la sociedad rechazará sus comportamientos sin excusarles y sin caer en sus trampas, con lo que a los narcisistas no les quedará otra salida que reconocer su problema. Al haber sanado las heridas de abuso y haber integrado (al menos parcialmente) ya los propios rasgos narcisistas a nivel social, este rechazo no necesitará excluir a la persona en su totalidad, y podrá ser un rechazo compasivo y habilitador de un espacio para el cambio, para la sanación, también, del victimario que fue víctima, del trastorno narcisista de la personalidad.

De nuevo lo mejor que podemos hacer por los demás es sanar la propia herida. Y según sanemos crearemos la posibilidad realista para otros cambios, ahora aparentemente imposibles. Nadie merece una sentencia vitalicia.

Y creo que la prueba de que vamos en esta dirección es que algunos terapeutas ya os lo planteáis. Y menos mal, porque las (demás) víctimas del maltrato no somos los adecuados para ayudarles... afortunadamente no estaremos solos en ello ❤️

Offerendus dijo...

Muy valiente el autor del escrito de agradecimiento. Muy valiente y muy consciente. Se lo agradezco especialmente.

Siempre es doloroso mirar hacia nuestro interior y reconocer nuestros mecanismos bloqueantes. Hace mucho bien reconociendo y compartiendo.

Algunos narcisistas no consiguen enfrentarse a sus traumas. Están tan heridos que no encuentran la forma y mueren de tristeza en soledad, dejando un rastro de melancolía en las personas que los amamos.

Para los hijos esa melancolía se puede convertir en profundo dolor y sentimiento de culpa muy difícil de superar.

Gracias de nuevo.

Elena Sanz (no he podido poner un perfil personal)

Elisa dijo...

Estimada Maribel: Gracias por sus libros que nos permiten reflexionar sobre este mal tan propio de nuestros días, y que tanto alimentamos en nuestras sociedades tan enfocadas al éxito y tan poco a la introspección y la conexión.
Dicho esto, y sin ser profesional, me pregunto cuánto del término actual 'narcisismo' no se corresponde con lo que durante toda la historia y en las distintas tradiciones religiosas, hemos designado pura y simplemente como soberbia, fariseísmo, etc. Y esto no es baladí, pues hemos convertido lo que era un 'pecado' en una 'enfermedad', con todas las las consecuencias de este cambio de lenguaje. En particular, un pecado no es algo 'inherente' a uno: lo podemos abandonar si queremos. En cambio, una enfermedad es algo de lo que no podemos zafarnos simplemente a voluntad. Es una etiqueta que daña tanto al victimario como a la víctima (que no puede quejarse del mal trato recibido, ya que es una enfermedad)
¿Merecen compasión? Pues toda la del mundo. Qué triste ha de ser pasar la vida pendiente de la propia imagen más que de vivir, ocupar el propio sitio en la sociedad y conectar con los demás. Pero curiosamente, ellos/as no creen que haya ningún problema. Si se dan cuenta de ello, como quien escribe la carta, pues yo creo que ya no es catalogable como tal. Porque toda la carta habla de introspección, voluntad de mejorar, paliar el daño ocasionado, sentido de trascendencia...
Ojalá humanicemos nuestra sociedad, para que nuestros jóvenes vivan de acuerdo a su verdadera naturaleza, y dejemos atrás todas estas dinámicas narcisistas, tan engañosas como destructivas