Ya terminó el congreso de Ávila y aquí estoy de nuevo en mi casa, reflexionando y reviviendo lo experimentado estos días. Me resulta difícil dejar por escrito mis impresiones, por todo lo vivido, por la riqueza e intensidad de la experiencia. Pero intentaré dejar al menos unas palabras en honor de la Universidad de la Mística, los ponentes y todos los participantes.
Como dije en la clausura del mismo, lo más importante que puedo expresar es gratitud. Todo lo ocurrido en el congreso ha superado con creces mis expectativas. Cada ponente, ha mostrado un gran nivel, profesionalidad, pero sobre todo humanidad, expresando con sus personas la integración viva entre antropología, psicología y espiritualidad. Y lo mejor es que cada uno ha encajado con suavidad y amor en el puzzle del congreso. Aún siendo de ideologías y procedencias diversas. Siendo cada uno tan diferente, sin saber de qué iba a hablar el otro, daba la impresión de haberse puesto de acuerdo de antemano, para constituir una sinfonía de humanidad.
Quizás quede un poco mal, que siendo yo la organizadora, esté echando flores al congreso, pero creo que si estoy muy satisfecha tengo derecho a expresarlo y que no tiene mucho sentido decir hipócritamente que la cosa ha sido normalita, si no lo pienso.
He visto a las personas muy atentas, vibrar con los ponentes y con los que hacían comunicaciones. En general, nos quedábamos todos con ganas de oír más de cada tema, y no estábamos deseando el descanso, como sucede en otros congresos. Muchas personas se acercaban a mí y a otros ponentes, para decirnos que estaban encantadas. Supongo que porque les gustaba lo que estaban viendo.
Después del congreso me han llegado varios mails de felicitación y agradecimiento y varias personas me han dicho que han salido transformadas, con más paz interior, alegría profunda, satisfacción, felicidad, etc.
Algo nos ha “tocado” allí estos días. Ha habido una fraternidad y más que eso. He sentido que vibráramos con el Espíritu y que con lo que iba pasando nos íbamos reconectando a nosotros mismos y a otros, más profundamente. De eso también me hablaron más personas.
Han contado más cosas (con fotos incluidas) en la web de la Universidad de la Mística, en Ecclesia Digital y en Ávila Digital. José Antonio Delgado también nos hace aportaciones interesantes en su blog. Os recomiendo echar un vistazo a lo dicho.
Lo siento por los que os lo habéis perdido. Y esperemos poder mantener el nivel y mejorar para la próxima. Nos ha faltado tiempo para contar más cosas, al público le ha faltado tiempo para preguntar. En los próximos congresos habrá más ocasiones de encuentro e intercambio.
Sé que si ha salido bien no es mi mérito. Yo he puesto un granito de arena más y lo demás, se ha dado. Me quedo con la impresión de que hemos sido tocados por la Gracia, pues las cosas se han dado “solas”, armónicamente y sin esfuerzo. Quizás suene de locos decir esto, pero para mí el congreso ha sido una auténtica vivencia mística, por todo lo bueno que he podido experimentar, por la paz, alegría, dosis extras de energía y sensación de comunidad con todos los seres humanos que allí había, que como decía Aquilino Polaino, eran todos una expresión del rostro de Dios.
8 comentarios:
Hola Maribel:
Quería expresar aquí, públicamente, mi enhorabuena a tí, por tu magnífica orquestación del Congreso; a todos los ponentes y comunicantes, por su participación y por el nivel de conocimientos exhibido; al público, por el interés y la participación mostrada; y, last but not least, a todos los integrantes de la Fundación CITes, por su cálida, respetuosa y afectuosa acogida.
Desde una perspectiva sub specie aeternitatis, para mí, la Universidad de la Mística ha actuado de centro cósmico genético, de Útero de la Diosa o Virgen, catalizador de transformación, a modo de catedral gótica, para todas las personas que hemos accedido a su interior.
Así, el lugar mismo nos ha concedido la oportunidad de conectar con lo Otro, de un modo que habrá sido más o menos consciente, y/o, más o menos, inconsciente, para cada persona en particular. Todos los individuos que hemos participado en el Congreso, público y conferenciantes, formamos parte de una especie de fraternidad. De hecho, hubo un momento en que me emocioné, al darme cuenta de que el "ecosistema" u organismo conformado por todos nosotros, parecía girar en correspondencia con el Macrocosmos. En lenguaje de la Tabla de Esmeralda, "lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer los milagros de la Cosa Única."
Y me asombré, enormemente, cuando ví, in situ, que la idea principal que recorre mi novela histórica, aún en proceso de gestación en la editorial, tomaba forma manifiesta, allí mismo, delante de mis narices. Esto fue, tal vez, lo que más "tocado" me dejó.
En cierto modo, el grupo parecía un sistema abierto, informativa, material e energéticamente, y cerrado, organizativamente.
Un fuerte abrazo
José
Muchas gracias José, como pudimos comprobar, muchas personas también se sintieron muy enriquecidas por la experiencia.
Un fuerte abrazo
Maribel
Gracias Maribel, una amiga me comentaba que solo el acercamiento intimo y desde la confianza permite una ayuda real a las personas, le he dado la razón, mi espíritu matador se ve contrarestado con la mesura y la humildad desde el buenrollo. Enriquecimiento es una palabra moderada, real, que aporta ilusión al futuro, compensada con el trabajo bien echo, con la transmisión de conocimientos. No esa insufrible pavada de macrocosmos místicos con insufribles fantasías demagógicas que hacen milagros en úteros universales, este José Antonio me saca de quicio, cosa que le agradezco a ver si aprendo a tener mano izquierda y doy una ayuda real a estos místicos de pacotilla infantilizoides. Así no se llega a la gente, ni al estudiante universitario, ni a la escuela, ni a la gente, y mucho menos al necesitado de terapia. es decir a la gente sencilla y algo bruta como yo.
Un cordial abrazo
Juan Manuel
Bueno Juan Manuel, pues gracias por lo del buen rollo.
Con respecto al lenguaje de José Antonio, hay que entenderlo en sentido metafórico y no sacarse de quicio. Cuando algo nos saca de quicio, es porque nos sacamos de quicio nosotros mismos. Y el que algo nos saque de quicio es también una oportunidad para conocernos mejor ;-).
Comparto la idea de la importancia simplificar el lenguaje, pero también respeto el derecho de cada cuál a expresarse como mejor le parezca.
Un abrazo
Maribel
Hola Maribel y Juan Manuel:
Voy a comentar un poco el tema al que alude Juan Manuel, y al que tú respondes, sobre el uso del lenguaje.
Estimado Juan Manuel, de verdad que no es para sacarte de quicio que utilizo el lenguaje que uso. A veces me sucede que me resulta bastante difícil expresar cosas que, en realidad, son inexpresables. Y, para hacer justicia a la experiencia y para tener en cuenta tanto a la consciencia cuanto a lo inconsciente; o, si lo prefieres, al más acá y al más allá, uso un lenguaje paradójico, un lenguaje simbólico. La complejidad, por tanto, estriba precisamente en eso. Pero es que escribo de ese modo ad hoc, a propósito.
Por lo tanto, no uso un lenguaje rocambolesco para hacerme el interesante, o como muestra de elitismo. Ni mucho menos. Considero que la simplificación del lenguaje lo que hace es dejar fuera de lo que se quiere expresar una buena parte de la experiencia. Precisamente, la parte del más allá, que yo no quiero dejar sin expresar. Entiendo que haya personas que discrepen con mi modo de expresarme y, por lo tanto, acepto que se me puedan hacer críticas, como las que haces.
Ahora bien, no por eso voy a dejar de expresarme como considero que debo de hacerlo. Y, en lugar de exasperarte, no tienes más que preguntar si hay algo que no comprendes.
Evidentemente, el lenguaje escrito que utilizo no es el mismo que el que uso coloquialmente, cuando hablo con algún amigo, o cuando trato de ayudar a alguien. En ese momento, intento ponerme en el lugar del otro para hablarle de tal modo que pueda entenderme, lo mejor posible. Otra cosa es que lo consiga... aunque me esfuerzo.
Un abrazo
José
Me alegro mucho de que todo haya salido bien. El tema lo merecía. Espero poder acceder a alguno de los textos que se expusieron en las jornadas.
Un abrazo.
Jesús.
Hola a todos,
Voy contestando por partes...
José Antonio, gracias por tus aclaraciones sobre el lenguaje. Con estas cosas cada uno tiene sus preferencias, como vemos. Yo busco más sencillez, porque creo que con eso me acerco más a la experiencia original, pero otros lo dirán de otra manera. Cada uno tendrá sus cauces de expresión, en los que lo importante es comunicarse con los demás y aportar un poco de la propia experiencia, autotrascendiéndose, o dicho de otro modo, yendo más allá de sí mismo. Sin una autotrascendencia o apertura a los otros, no tiene sentido la experiencia y así, cada uno, en su lenguaje, llega a unos o a otros.
Jesús, muchas gracias. Los textos se publicarán en un libro que se espera que salga en torno a Navidad. Espero anunciarlo por aquí.
Un abrazo
Maribel
Llegados a este punto solo puedo añadir que lo que observo dice mas de mi mundo interior versus tus motivaciones o particularidades a la hora de expresarte José Antonio, en el fondo no hay nada personal, mis reacciones están acordes a los sentimientos que despierta mi propio voluptuoso e ilimitado Inconsciente que carece de mesura y al cual no acabo de comprender muy bien. No me resulta extraña tu poética y simbólica sintaxis, como tampoco cierta intolerancia hacia esas mismas expresiones una vez se me ha pasado el arrebato. El mundo funciona como un espejo, y entre esos contrapuntos como no una figura a lo Maribel que proyecta equilibrio destensando los polos. Solo que en mi caso esas posesiones ambos lados no son reprimidas ni encauzadas por que no hay nadie que opte por una mirada neutra, si no que todo es a posteriori creándome una confusión de la que únicamente puedo tomar nota, ser consciente sin poder hacer nada mas, por eso al final agradezco que te dejes ver, y poco mas que añadir.
Un cordial abrazo ambos
Juan Manuel
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