Muchas personas, cuando están mal y se plantean que tienen
que ir a un psicólogo o a un psiquiatra, pero no saben que hay diferentes tipos de tratamientos
psicológicos o psicoterapias, ni saben que no todas sirven para lo mismo. Por ello, trataré de
aclarar, lo más sucintamente posible para qué puede valer cada uno de ellos.
En la entrada anterior a esta, titulada “¿Cuándo ir a unapsicoterapia?”, apuntaba, de una forma simplificada los diferentes problemas o
situaciones que pueden conducir a un tratamiento psicoterapéutico. Partiré de
la clasificación que ya hice para apuntar qué psicoterapia es más adecuada para
cada uno de las posibilidades señaladas:
1.- Estar en una situación de gran sufrimiento que no se
puede resolver por uno mismo: en algunos casos tendrá que ver con un trastorno
mental y en otros no (como es el caso de las situaciones de las crisis o
momentos de especial dificultad).
La psicoterapia más adecuada en estos casos estaría en
función del problema que la persona sufra.
Pondré algunos ejemplos:
- Depresión: normalmente se dice que la terapia
cognitivo-conductual es la más adecuada, junto con la farmacoterapia. Pero esto
depende de qué tipo de depresión se trate (es decir, de cuál sea su causa). Es
importante tener primero un diagnóstico adecuado, que diferencie el tipo de
depresión que se sufre y que se diferencie esta de un duelo (habría que hacer
terapia específica de duelo) o de una depresión existencial (requeriría terapia
existencial o logoterapia).
- Ansiedad: en este caso, son eficaces las técnicas de
relajación, cuya eficacia aumenta si se usa la hipnosis o el mindfulness. La hipnosis también
sería muy eficaz para las fobias simples. En estos casos también es importante
buscar el origen de la ansiedad.
- Trastornos de la personalidad, anorexia, bulimia: Lo mejor
es acudir a centros especializados en cada trastorno y que tengan un enfoque
integrador (terapia cognitivo-analítica, interpersonal, familiar, dialéctico-comportamental, etc.). En muchos
casos es necesario combinar la psicoterapia con un tratamiento farmacológico.
- Trastornos psicosomáticos: muchos tienen que ver con la ansiedad y el estrés, por lo que cualquier método que trate cualquiera de ellos puede ser eficaz (terapias de relajación, cognitivo-conductuales, meditación). Pero, a veces, esos trastornos ponen de manifiesto conflictos más profundos y puede ser preciso un tratamiento para desvelar el mismo, con hipnosis (de tipo analítico), o terapias de orientación psicoanalítica. La hipnosis con enfoque cognitivo-conductual también puede ayudar a tratar algunos trastornos psicosomáticos.
- Crisis: mejor terapias humanistas integradoras, teniendo
en cuenta la parte existencial.
2.- Causar mucho sufrimiento a otros o tener problemas frecuentes en las relaciones interpersonales.
En estos casos las terapias sistémicas y la terapia
interpersonal, pueden ser de gran ayuda. Si los conflictos vienen de la infancia puede ser más útil una terapia de orientación psicodinámica.
3.- Extrañeza ante ciertos elementos de uno mismo o de las propias situaciones
vitales.
En estos casos son más recomendables las psicoterapias
derivadas del psicoanálisis: Psicoterapia individual de Adler, Psicología
Analítica de Jung y otras psicoterapias psicodinámicas (Fromm, etc.).
4.- Hacer un trabajo de desarrollo personal: autoconocimiento, evolución,
sentido de la vida, mejor comprensión de la realidad y de uno mismo, etc.
Sirven las del punto 3, añadiendo las psicoterapias
existenciales (terapia existencial de Yalom, Logoterapia) y las humanistas
(Gestalt, Análisis Transaccional, Terapia centrada en el cliente de Rogers).
5.- Querer integrar las diferentes dimensiones de la persona (física, mental, espiritual) o buscar una ampliación de la consciencia.
Serían más convenientes las psicoterapias integradoras que
incluyan la dimensión espiritual: logoterapia de Frankl, psicoterapia
transpersonal (aunque cuidado en este caso, que hay muchos embaucadores), etc.
En muchos casos estarán todas estas cosas mezcladas, con lo
que será necesaria una terapia que integre diferentes elementos de estas
terapias o que pueda trabajar a varios niveles. Incluso, a veces, puede ser
necesario el trabajo con varios terapeutas distintos para hacer un trabajo
integrado adecuado.
Añado que antes de elegir psicoterapeuta os aseguréis de que tiene la formación y titulación adecuadas (psicólogos, médicos, psiquiatras, pedagogos), para que no caigáis en manos de muchos terapeutas legos que, en general tienen una escasa e inadecuada formación.
1 comentario:
Hola,
añadiría que cuando por una temporada larga una persona pierde el norte, por la razón que sea, es buen momento para ir a un terapeuta.
Una ayuda objetiva desde fuera es importantísima para ayudarnos a ver las cosas desde otra perspectiva.
un saludo
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