El jueves pasado tuve la suerte de poder asistir al
preestreno de la película-documental “La cura de Yalom” de la directora Sabine
Gisiger, gracias a la amable invitación de la distribuidora de la película SURTSEY FILMS.
En ella se hace un interesante recorrido por la vida del psiquiatra
Irvin Yalom, uno de los psiquiatras vivos más importantes de nuestro tiempo y
uno de los padres de la psicoterapia existencial.
La psicoterapia existencial tiene como uno de sus ejes
fundamentales la cuestión del sentido de la vida, y nos plantea, de muchas
maneras, las preguntas esenciales que tienen que ver con quién soy yo, para qué
estoy aquí, la soledad, la muerte, etc.
Al ver la película pensaba en cómo la biografía de Yalom entreteje su propia vocación profesional con su propio camino hacia el
sentido. Su existencia y su sentido se expresan con nitidez en su recorrido
vital, desde sus orígenes hasta la actualidad, desde su vida personal hasta su
carrera profesional. Por lo que verla me parece totalmente recomendable, pues
nos habla de una vida humana que ha hecho todo un recorrido de búsqueda y de
indagación personal, y, que a su vez se entreteje con otras vidas, como la de
su inseparable esposa o la de sus hijos y nietos, cada uno con su propia
historia y recorrido único e irrepetible.
Como psiquiatra, una de las cosas que me llamaron la
atención de la película es que Irvin Yalom habla de su vida privada, de sus
procesos, de sus dificultades familiares, de su infancia, de su relación de
pareja, etc. Resulta chocante después de escuchar desde hace años a mis colegas
lo que nos venden en nuestra formación como psiquiatras, de que no podemos
revelar aspectos de nuestra vida privada públicamente. Por suerte las psicoterapias
humanistas se salen algo de este esquema. Pero Yalom se sale mucho, desnuda su
existencia delante de una cámara y deja que entre en diversos escenarios de su
vida con gran naturalidad. Podemos pensar que pueden ser cosas de la edad y que
no hay mucho que perder, pero ¿por qué no hacerlo? ¿Por qué no mostrarse, así
humanamente, como uno es?
Él mismo habla, al principio de la película, de lo importante
que es el hacer un viaje interior y de que es fundamental que si somos
psicoterapeutas lo hagamos previamente. Así que quizás por este motivo nos muestra
algo de su “viaje” y experiencias personales.
Lo que no comprendo, en relación con este planteamiento de
Yalom, es ¿por qué casi nadie plantea en este país en el ámbito de la psiquiatría
y de la psicología la importancia de hacer nuestro viaje de autoconocimiento, antes de acompañar y guiar el viaje de otros? Nos enseñan métodos,
procedimientos, técnicas, pero no se nos habla de que hemos de hacer un viaje
interior, si pretendemos ayudar a otros en su propio viaje.
Quiero añadir un comentario más personal en el sentido de
que me he sentido identificada con Yalom en algunos aspectos:
- Ha querido ser psiquiatra porque tenía la inquietud de conectar con aquello que contaban los grandes escritores en sus novelas y pensaba que lo más importante que podía hacer era escribir una novela. Ya que ama la literatura. Es curioso que cuando decidí hacerme psiquiatra pensé que me podía servir para llegar a ser algún día escritora, porque siempre me apasionaron las buenas historias, de los grandes escritores de la literatura universal.
- Utiliza el mar como metáfora. Me llama la atención porque en mi caso inicié la carrera de Ciencias del Mar, pero después de unos meses en ella me di cuenta de que las profundidades en las que quería indagar tenían más bien que ver con el alma humana.
- Se ha interesado por el trabajo con enfermos terminales y por como ayudarles en desvelar el sentido de la vida en esa situación que les toca pasar.
- Se plantea el trabajo psicoterapéutico desde una perspectiva humanista.
- Comparto con él la inquietud por una indagación profunda acerca de cuestiones esenciales de la existencia.
Lo lamentable es que Yalom sea tan poco conocido en este país y que tan pocos psiquiatras tengan un genuino interés en esa dimensión de profundidad. Un libro suyo que indispensable para cualquier psicoterapeuta es "El don de la terapia", que lamentablemente está agotado y es muy difícil de encontrar. Y por supuesto el clásico "Psicoterapia existencial", más imprescindible para psicoterapeutas afines a líneas profundas e introspectivas.
Yalom es un hombre profundo, inquieto, provocador que sobre
todo nos estimula a través de sus novelas a mirar en nuestras dimensiones más
hondas. En la película, nos abre las puertas de su alma, para decirnos que ahí
está su vida, su sentido y que, con las limitaciones y defectos que pueda tener,
merece la pena ser vivida. La historia de la película se nos muestra de este modo como un libro abierto, como quizás una de las
novelas más importantes que ha tenido para sí mismo, la novela de su propia
vida.
Asomarnos a esa ventana existencial de su trayectoria vital nos ensancha el alma, nos invita a reflexionar y nos ayuda a expandir un poco
nuestra perspectiva personal, si por un rato nos atrevemos a mirar a través de
sus ojos, de su pensamiento, de su sentir personal.
No os la perdáis a partir del 31 de julio, que se estrenará
en cines.
4 comentarios:
Muy bien Maribel.Irvin D. Yalom és un autor que vale la pena leer. No he visto la película pero sí que he leído dos de sus novelas. Una es "La cura Shopenhauer". Pienso que el título de la película ha sido tomado parodiando su primera novela. La novela tiene el aliciente de poder seguir paso a paso una dinámica de grupo y al mismo tiempo conocer las virtualidades de la filosofía de Shopenhauer. Es una delicia de novela y te engancha desde el primer momento.
La otra novela es "El problema de Spinoza". Un prodigio de creatividad por parte de Yalom, ja que se sabe bien poco de la vida de Spinoza. Pero consigue una recreación histórica que "si non é vero, bene trobato". Aunque lo más importante es que nos abre al pensamiento de Spinoza, que en algunos aspectos existenciales hoy sigue siendo de rabiosa actualidad, sobre todo por el sentido trascendente del Universo.
Muchas gracias por tu comentario Jordi.
No había caído en que el título de la película parodiaba su primera novela. Buena observación.
En una entrada anterior hago alusión a sus novelas, también es muy buena "El día que Nietzsche lloró", que creo que es su primera novela.
Saludos
Sí, Maribel. Me olvidé de citar la novela sobre Nietzsche. También la leí y me gustó mucho, a pesar del pesimismo que rezuma su pensamiento.
Te felicito por el blog. Muy interesante.
¡Me ha encantado la reseña que has hecho sobre esta película! Sin duda será muy enriquecedora para todos. Espero con ansias a su estreno para poder verla y aprender de ella.¡Gracias por la valiosa recomendación!
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