El plano de Poincaré ilustrado por Escher. |
Mucho se podría decir acerca de los diferentes planteamientos, de numerosos pensadores, de todos los tiempos y culturas, sobre lo que son espíritu y materia. Sobre si son una misma cosa, sustancias diferentes o las dos manifestaciones de una realidad única. Esta última teoría me resulta especialmente interesante desde la siguiente reflexión de Carl Gustav Jung:
"Como la psique y la materia está contenidas en uno y el mismo mundo y además están en contacto permanente y descansan, en última instancia, sobre factores trascendentales, no sólo existe la posibilidad, sino también cierta probabilidad de que materia y psique sean aspectos distintos de una y la misma cosa. Los fenómenos de sincronicidad apuntan, según me parece, en esa dirección ya que tales fenómenos muestran que lo no psíquico puede comportarse como psíquico y viceversa, sin que exista entre ambas un vínculo causal."
Los fenómenos de sincronicidad son aquellos que se llaman coincidencias significativas o que normalmente llamamos casualidades que tienen un peso especial para nosotros. Por ejemplo, suceden cuando pensamos en alguien, de quién quizás no sabemos desde hace meses o años, y decidimos llamarle y, al ir a marcar su número, nos suena el teléfono y es esa misma persona. También sucede, con encuentros casuales e inesperados, pero que parecen traernos un mensaje importante. Otra posibilidad son los sueños premonitorios. O incluso situaciones aparentemente intrascendentes, que nos abren nuevas posibilidades importantes en la vida, si nos paramos a reflexionar tiempo después. Para algunos esto se llama la providencia y para otros la “baraka”...
Desde estas perspectivas, como la que nos muestra Jung, las diversas situaciones de la vida no responden a la casualidad, sino a un orden invisible que haría que todo sucediera por algo.
Quién sabe… Por el momento invito a cada uno a explorar en esas coincidencias significativas, o a mirar mejor, por si hay alguna que se nos pueda escapar, que encierre algún mensaje importante para nosotros.
"Como la psique y la materia está contenidas en uno y el mismo mundo y además están en contacto permanente y descansan, en última instancia, sobre factores trascendentales, no sólo existe la posibilidad, sino también cierta probabilidad de que materia y psique sean aspectos distintos de una y la misma cosa. Los fenómenos de sincronicidad apuntan, según me parece, en esa dirección ya que tales fenómenos muestran que lo no psíquico puede comportarse como psíquico y viceversa, sin que exista entre ambas un vínculo causal."
Los fenómenos de sincronicidad son aquellos que se llaman coincidencias significativas o que normalmente llamamos casualidades que tienen un peso especial para nosotros. Por ejemplo, suceden cuando pensamos en alguien, de quién quizás no sabemos desde hace meses o años, y decidimos llamarle y, al ir a marcar su número, nos suena el teléfono y es esa misma persona. También sucede, con encuentros casuales e inesperados, pero que parecen traernos un mensaje importante. Otra posibilidad son los sueños premonitorios. O incluso situaciones aparentemente intrascendentes, que nos abren nuevas posibilidades importantes en la vida, si nos paramos a reflexionar tiempo después. Para algunos esto se llama la providencia y para otros la “baraka”...
Desde estas perspectivas, como la que nos muestra Jung, las diversas situaciones de la vida no responden a la casualidad, sino a un orden invisible que haría que todo sucediera por algo.
Quién sabe… Por el momento invito a cada uno a explorar en esas coincidencias significativas, o a mirar mejor, por si hay alguna que se nos pueda escapar, que encierre algún mensaje importante para nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario