domingo, 18 de noviembre de 2018

¿SECTAS EN EL SIGLO XXI?



Algunos creen que esto de las sectas es un tema del pasado, y que, en nuestro siglo XXI, ya no es posible caer en manos de grupos sectarios pues estamos mucho más informados que antes, tenemos mucha más libertad para hacer lo que queramos, etc. Pero nada más lejos de la realidad. Siguen proliferando por doquier diversas sectas y minisectas. Parece que incluso es un fenómeno en expansión por todo el mundo, en los últimos años. El tener más libertades y acceso a todo tipo de fuentes de información no significa que tengamos criterio y discernimiento suficiente para no ser engañados por diversos desaprensivos, iluminados o visionarios… Incluso nos hace más vulnerables a ser captados el acceso a tanta información diversa. Muchas sectas también captan por internet.



Para quienes quieren evitar caer en garras de sectas, o para quienes quieren discernir si un ser querido está cayendo en alguna, dejo aquí algunos puntos a tener en cuenta (no hace falta que se cumplan todos):


- Hay un líder o líderes carismáticos y egocéntricos de los que parte la idea de fundar un grupo de estudios, religioso, espiritual, terapéutico, político o con cualquier contenido que consiga aglutinar a gente a su alrededor. Si ésta es gente descontenta, desorientada e insatisfecha con algún tema, mucho mejor. En ocasiones, el líder o líderes pueden no parecer tan carismáticos ni egocéntricos, pues se han montado una fachada de pseudohumildad y amabilidad, pero vemos que su empeño en liderar el grupo, por encima de las iniciativas del resto de miembros, siempre está presente. ¿Por qué no construyen su grupo, de forma más horizontal, con aportaciones de otros miembros? ¿Por qué las charlas, enseñanzas, etc. siempre las dan los mismos?



- En las reuniones, encuentros o retiros hay una dinámica marcada de antemano, dirigida desde la iniciativa del líder/líderes. A veces con alguna o algunas personas que ayudan, con un rol de subordinados o de sumisión incondicional y acrítica al líder/líderes. La estructura de esos encuentros o retiros puede no hacerse explícita de antemano e incluso se oculta previamente a los nuevos candidatos que van a formar parte del grupo.


- Métodos de captación:

o Promesas o propuestas ayuda o de enseñanzas: para el crecimiento personal, para una mejor comprensión de la realidad, para el desarrollo espiritual o religioso, para el cuidado de la salud, para defender la ciencia contra pseudoterapias, para el tratamiento del sobrepeso, para meditar, para defender una causa benéfica, etc. Las excusas para acaparar nuestra atención pueden ser múltiples, siempre dirigidas hacia insatisfacciones, necesidades o preocupaciones.

o Defensa de causas diversas que pretenden mejorar nuestra realidad y que nos invitan a luchar por ello contra quienes no piensen de la misma manera (y nos irán llevando a verles como enemigos). Tened especial cuidado si os hacen sentir como una élite intelectual o espiritual que posee verdades superiores al resto de la humanidad.

o Secretismo que genera mayores expectativas en los posibles nuevos adeptos. En algunos casos exponiéndoles a un pseudoproceso de selección, aparentemente riguroso y elitista. Si a uno se le invita es porque se ha comprobado que lo merece por sus méritos, etc.

o O bien una “inundación de amor” al novato incauto, al que se trata con suma amabilidad y se invita a un encuentro, retiro o grupo mediante estrategias de seducción explícitas o sutiles. La “inundación de amor” o excesiva amabilidad tiende a bajar las defensas de la mayoría de las personas, lo que las hace más vulnerables a ser captadas.


- Dinámicas grupales:

o Imposiciones: quitar teléfonos móviles en los encuentros o retiros, silencio inquebrantable, privación de sueño, prohibiciones o normas rígidas de funcionamiento interno, que no se muestran claramente desde el principio (pues en ese caso a uno se le quitarían las ganas de ir). Estas normas muestran desconfianza en las capacidades de autorregulación de las personas y favorecen la regresión emocional o infantilización al tratarles como a niños pequeños que no saben regularse a sí mismos.

o Favorecer la excesiva expresión emocional, muchas veces sin respeto a la intimidad de quienes participan. Se puede invitar a las personas a exponer sus sentimientos, a veces después de que varios adeptos ya lo hayan hecho, lo que suele bajar las defensas de los incautos, que se pueden ver forzados a exponerse como los demás. Es muy difícil salirse de la dinámica de un grupo que mantiene este comportamiento. Esto puede suceder de una manera sutil y aparentemente amable con dinámicas similares a las terapias grupales (sin ser un contexto terapéutico) en las que se invita a la gente a hablar de cómo se siente, de sus problemas personales, etc. Esto va llevando a que aumente la vulnerabilidad a la manipulación. En casos más extremos se inicia la dinámica con testimonios personales de superación de problemas graves gracias a conversiones religiosas o a la ayuda del grupo, etc. Cuanta más se nos inunde de tragedia y emoción excesiva súbitamente, más debemos sospechar de que podemos estar en un grupo sectario. El ir aumentando el grado de tragedia de los testimonios puede hacer que las personas bajen más sus defensas y hablen públicamente de asuntos muy personales, lo que a su vez les hace aún más vulnerables a ser manipulados. Si a esto añadimos un secretismo excesivo fuera del grupo acerca de lo ocurrido vamos estrechando el cerco de la manipulación. Es comprensible que se guarde secreto de los testimonios compartidos por otros, pero no es comprensible que se deba omitir la dinámica una vez que se está fuera del encuentro. 

Si en algún grupo acabamos contando algo muy personal que no teníamos previsto desconfiemos, seguramente hemos sido manipulados.



o Favorecer excesivas muestras de afecto: en algunas sectas se favorece una familiaridad excesiva desde el inicio. Por ejemplo, los abrazos sistemáticos entre todos sus miembros, las expresiones intensas de cariño, para tratarse de desconocidos, dádivas o regalos excesivos pueden ponernos en una situación de vulnerabilidad y hacernos más fácilmente manipulables.

o Favorecer el infantilismo o regresión emocional: si dentro de un grupo nos acabamos comportando como niños pequeños, sin pretenderlo, es probable que hayamos sido manipulados. Si esto ocurre después de alguno de los puntos señalados anteriormente sospechemos aún más, especialmente si se nos anima a la desinhibición, las lágrimas y nuevamente los abrazos con desconocidos.

Se da mucho más de lo que se recibe: se acaba dando más dinero del previsto, o se acaba dando demasiado tiempo o trabajo de forma gratuita, sin que estuviera previsto de antemano. Preocupémonos por un familiar o amigo que dedica un tiempo creciente a un grupo, del tipo que sea, y que progresivamente se le ve distante, desconectado del círculo habitual de relaciones y que funciona como un adicto que cada vez necesita más tiempo en el grupo sectario, teniendo un decreciente interés en las relaciones personales tú a tú, salvo que puedan posibilitar la captación de nuevas víctimas. Al final, la atención de la persona captada está más centrada en el grupo que en su familia, amigos, trabajo, etc. La dinámica es la de un auténtico adicto, lo que complica aún más las vías de ayuda y de desenganche del grupo por el que ha sido captado.

Se corta o se distancia mucho la relación con quienes se han ido de la secta: son vistos como traidores y se experimenta un odio y rechazo aún mayor que por quienes nunca han estado.

No se tolera el pensamiento crítico, que es rápidamente desviado, suprimido o censurado.


- Separación de la realidad de los miembros de la secta, que se ven enfrentados a quienes no piensen como ellos (lavado de cerebro):

Se crea un enemigo al que se ataca insidiosa e incluso violentamente, en nombre de la verdad, la espiritualidad, la ciencia, etc. Los de la “secta” están en posesión de una verdad superior, frente a los seres ignorantes, pecadores, o cualquier otro término con que se caricaturice a quienes no piensen como ellos. Los demás pueden ser demonizados o descritos como seres desorientados, perdidos o incluso malvados. Las descalificaciones personales, ridiculización o falsa compasión se aplican a quienes piensan diferente, que son el enemigo, estafadores, pecadores, ignorantes, etc. Si vemos en los modos de argumentación con los externos a la "secta" descalificaciones, humillaciones, desprecio, etc., sospechemos de pensamiento sectario. Lo preocupante es que esto incluso se haga, hoy en día, incluso en nombre de la razón y de la ciencia. 



La consecuencia del lavado de cerebro es que se va creando un mundo “burbuja” en el que uno se siente protegido y privilegiado y ve a los de fuera de la secta como personas completamente ignorantes, desdichados, traidores, pecadores, etc. Si con el tiempo sentimos que solo nos entienden las personas de un cierto grupo sospechemos de que estamos siendo manipulados por una secta. Si esto repercute en la conexión con nuestra propia familia y amigos sospechemos aún más. Y, si en general tenemos sentido crítico excepto con las dinámicas o miembros de este grupo, sospechemos también de dicha manipulación. Conozco a personas con un agudo sentido crítico, en las que éste es automáticamente anulado al hablar de los miembros o dinámicas de su grupo sectario.



Habría más puntos a tener en cuenta, que están muy bien reflejados en diversos libros y publicaciones sobre sectas. En este escrito se pretende dar una serie de ideas generales, sobre dinámicas sectarias actuales, con la intención de ampliar la consciencia sobre estos temas y ayudar a que las personas no sean manipuladas y captadas. Aún así, todos podemos ser captados por una secta en un momento de vulnerabilidad o crisis. En esos momentos seamos aún más cuidadosos con las promesas de alivio, felicidad, amistad o ayuda. Puede estarnos acechando una secta... 

La información recogida en este post aúna testimonios de diferentes personas que han sufrido manipulación o intentos de manipulación sectaria, y, en la mayoría de los casos, fenómenos que he podido observar por mi misma. Aviso de que estos fenómenos se dan en todo tipo de grupos: espirituales, religiosos (también dentro de las religiones), políticos, filosóficos, científicos, de meditación, etc.

Nota: Las imágenes de este post han sido obtenidas de Pixabay.

1 comentario:

Isa dijo...

La humildad de la pobreza espiritual es al Ser, lo que la ingenuidad al "Yo", por eso triunfan las secta y los falsos profetas. Dios cría a los ingenuos y los junta con la megalomanía, pero no todo esta perdido. A veces de toda esa pastosa ingenuidad emerge la madurez. A veces el cielo pasa por el infierno. A veces la verdadera Gracia esta envenenada.

Eso no es excusa para toda esta magnifica labor que haces Maribel al aportar claridad asuntos complejos, por que compleja es la mente que nos pario.

Feliz día.